GWANGJU2019 / DAY6: España no puede con la apisonadora magiar
España ha cedido su primer partido de Waterpolo masculino de los 18th Campeonatos del Mundo FINA Gwangju 2019 ante una de las grandes potencias de este deporte, Hungría. Un resultado (13-11) agridulce aunque si había que perder, mejor ahora en la primera fase. España perderá la primera plaza de grupo pero, no siendo cruces, son derrotas perfectamente recuperables en lo que queda de Mundial.
Rodrigo Gil-Sabio (Enviado especial a Gwangju 2019. Comunicación RFEN)
En las primeras hostilidades del partido se atisbó el poder de Hungría. Una perfecta ejecución en superioridad y un contragolpe limpio (2-0). España reaccionó, entre otras cosas porque tiene casta, calidad y, sobre todo, amor propio. No hay que dejar para el final lo que puedas hacer al principio. Dos goles de Granados y Bustos igualaban la contienda, pero Szilard Jansik estaba creando problemas en la zona. Hungría metió otro parcial de 2-0 y se fue al primer primer descanso con ventaja (4-2) tras errar un penalti Munárriz.
El propio Munárriz se resarció con un golazo desde el centro y Perrone, el capitán, puso el 4-4 al transformar un penalti. El partido empezó a decantarse desde los porcentajes en superioridad. Había que acertar mucho en ambas áreas, tanto para anotar como para bloquear. Hungría es uno de los países que domina las dos artes y en superioridad juegan con el balón a la mano, a mucha altura y jugando de manera maquiavélica con el reloj.
Hungría volvío a irse de dos (8-6). El partido oscilaba en estos números pero en cualquier momento podía romperse el choque. Dicho y hecho. Sedlmayer ponía el 9-6, máxima diferencia, y con posesión a un minuto del descanso. Nada pasó ya en espera de ajustes por parte del satff español.
En el tercero, se contagió en ambos conjuntos una fase de bloqueo ofensivo durante 5 largos minutos, hasta que un zambombazo de Zalanki llevó la renta magiar a 4 goles. Nagy lo paraba todo, superioridades, vaselinas, tiros rasos,... era una fortaleza. David Martín pidió tiempo. Se nos estaba yendo la primera plaza de grupo porque habíamos demasiado en hombre de menos (6 de 7 para Hungría). Y Zalanki a lo suyo (11-6). Harai precipitó el marcador a falta de un cuarto doblando a España.
Con la estadística en la mano, Hungría parecía justo vencedor de un partido que derivó en el último cuarto. Pero la rutina dio paso a la última esperanza, un 0-3 de España (Granados, Munárriz y Mallarach), que puso el 12-9. Solo que una vaselina perfecta del joven Manhercz colocaba un 13-9 ya imposible a 2 minutos de la conclusión. Si había que perder, hoy era el día.
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