La final Astralpool Sabadell-Assolim Mataró, éxito global e histórico de nuestro waterpolo femenino
Ha pasado casi una semana de la gran final de la Champions League Femenina entre dos conjuntos españoles. Por primera vez en la historia de la competición, se vieron las caras en el partido por el título dos equipos del mismo país. Un orgullo que no es otra cosa que el éxito de clubes, de federaciones, de centros de tecnificación. De un trabajo global con el waterpolo femenino que ha evolucionado a pasos de gigante. Y que se traduce también, cómo no, en las medallas y en la excelencia adquirida y mantenida en el tiempo desde hace más de una década por nuestra selección absoluta.
"Aprovecho la ocasión de dar las gracias a la Federación, al club y al Mataró. Hemos llenado la piscina y eso en un deporte minoritario cuesta. Las dos aficiones han respondido", dijo Palma tras ganar su segunda Champions. "Estaban animando desde el inicio del partido. Hemos dado un espectáculo de deporte increíble, con buena relación entre los clubes y rivalidad sana", añadió.
Un entrenador y otro se deshicieron en elogios hacia el otro bando. Su excelencia les está ayudando a crecer y a hacerse más fuertes. Y eso, además de una magnífica noticia para nuestros campeonatos, es magnífico para el waterpolo nacional. Y, por ende, para las selecciones. Absolutas y de categorías.
"Vaya cacao. Otro cacao. Otro gran show para el waterpolo femenino nacional y mundial. Es un partido en este escenario y competición que habla muy bien de lo que estamos haciendo en nuestra casa. Un camino muy largo que empezó el Mediterrani a inicios del 90, lo cogió luego Sabadell y ahora nostras hemos podido mirarlas a la cara”, dijo Ballart antes de la gran final.
Seis Champions acumula el Astralpool CN Sabadell en sus vitrinas. Cada vez más cerca del Orizzonte catania (8). Y primera final para un Assolim CN Mataró que está haciendo un gran esfuerzo, económico y de estructura, para intentar estar a la altura de las vallesanas. Y hasta desbancarlas en algunas competiciones.
Ver la piscina de Can Llong con un ambiente así de ensordecedor, con ese colorido. Casi 1.500 personas, mitad mataronense y mitad vallesana. En una final de la mejor competición de clubes del mundo. Motivo de orgullo para todos y todas los que han aportado y siguen aportando su granito de arena para llegar a esa excelencia. Para que cada año salgan jugadoras capaces de jugar en la élite. Proyectos de waterpolistas importantes en la selección.
Un éxito de muchos sectores y colectivos de nuestro waterpolo. Horas y horas de trabajo que, desde estas líneas, solo podemos agradecer y empujar a seguir realizando.
Comunicación RFEN. Fotos: Imágenes de la final de la Champions League disputada en Sabadell / Jordi López (FCN)