ECOS DE SINGAPUR Lilou Lluís Valette, el ‘efecto bisagra’ que encontró en otro país al equipo de sus sueños


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ECOS DE SINGAPUR Lilou Lluís Valette, el ‘efecto bisagra’ que encontró en otro país al equipo de sus sueños
Dicen que las cosas que más cuestan tienen más valor. En el caso que nos ocupa, es una verdad atronadora. En los Mundiales, en los equipos victoriosos, casi todos ponemos el foco en deportistas que por su talento y/o su carácter, nos deslumbran por sus éxitos. Y hay otros que pasan totalmente inadvertidos/as, pero si preguntas a la entrenadora de turno, no los cambiaría por nada del mundo. Esta es la breve historia de una chica que cambió un país y a un equipo, y la de un equipo y un país que cambiaron a una chica: Lilou Lluís Valette.
Nacida en Perpignan (Francia), ya desde los 5 años de edad quería ‘bailar’ en el agua. De padre español y madre francesa, la natación sincronizada encajaba perfectamente en su vida. Además, en Francia, un país con tradición en la sincro, ella pensó o le contaron que quizás podría llegar a ser la nueva Virginie Dedieu, la gran diva gala con una veintena de medallas que fue bronce olímpico en Dúo en Sidney 2000, cuando ella ni había nacido.
Pero siempre hay un lado oscuro del cuento que odia los finales felices. Lilou progresaba en su deporte con la ilusión de unos Juegos de París en el mediano horizonte. Los responsables de la selección francesa de natación no parecían estar tan entusiasmados y le cerraron a cal y canto las puertas de Francia. Con 15/16 años, en la mayoría de los casos, eso puede significar abandonar tu deporte. La nacionalidad española de su padre le abrió una ventana con la selección… ¡española! Año preolímpico y otra dura lucha por intentar estar en el ‘ocho olímpico’ de Mayuko Fujiki. Pues lo consiguió con trabajo diario y dedicación. Competiría en los que iban a ser sus Juegos…con España.
Y allí, en París, en su país de nacimiento, subía al podio con España a recibir su bronce en Equipo con 18 años recién cumplidos. Era mucho más que un sueño. Y en tanto llegó Andrea Fuentes, en septiembre, a hacer equipo. Lilou, como muchas veces en su vida, volvía a partir de cero. Pero era una experta en esa situación. Muchas cosas debieron gustarle de ella a Andrea para colocarla en el Dúo libre junto a Iris Tió y en el Equipo -las dos pruebas olímpicas- por delante de otras nadadoras.
TRES MEDALLAS DE LILOU EN DÚO, EQUIPO Y ACROBÁTICO
Los test de la Copa del Mundo y el Campeonato de Europa en este 2025 presagiaban un buen Mundial, pero no tanto. Y lo increíble de Lilou es que, en Singapur, sin hacer ningún tipo de ruido, estuvo en todas las ‘salsas’: Bronce en Equipo Técnico, otro Bronce en la Rutina Acrobática y, sobre todo ¡ORO en Dúo Libre con Iris! En solo dos años y con solo 18 de existencia, lleva ya 10 sonadas medallas entre Juegos, Mundiales y Europeos (sin conta Copas del Mundo).
Lilou es el gran comodín del equipo, la carta que falta para la escalera de color, la bisagra en la puerta de las rutinas españolas. Si Francia la quisiera ‘fichar’, esta deportista no tendría precio porque hace EQUIPO.
Además, ver a una francesa seria y discreta junto a Iris a carcajada limpia ambas en la zona mixta en Singapur es una de las cosas más alucinantes de este Mundial, donde Lilou se ha terminado de, valga la cariñosa expresión, ‘españolizar’. En realidad, ambas han nacido a menos de 200 kilómetros de distancia entre Barcelona y Perpignan-FRA. Son como dos ‘hermanas’ que se lo pasan bien en el agua. Disfrutan en la piscina y, ya puestas, son tan, tan buenas que se permiten el lujo de ser campeonas del mundo.
Lilou Lluís Valette, el ‘efecto bisagra’ de la selección española de natación artística, gracias por estar ahí, aunque sea en segunda fila y sin hacer ruido.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN Aquatics). Foto: Lilou Lluís, a la derecha mordiendo el oro juntoma Iris Tió, se ha consagrado en el Mundial de Singapur 2025 / © Andrea Staccioli / DBM Deepbluemedia / Insidefoto (Servicio especial para RFEN)
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