España ha finalizado en cuarto lugar en la Copa del Mundo de waterpolo femenino que se está celebrando en Chengdu (China). El conjunto de Jordi Valls se topó con Países Bajos (10-8) en la lucha por el bronce. De nuevo, los pases interceptados y el balance ofensivo nos penalizaron en exceso y nos vamos sin metal pero con muchos minutos acumulados de los jóvenes debutantes, un equipo que se está cocinando y que, obviamente, necesita tiempo. Por cierto, España sí estará en la final Grecia-Hungría con Marta Cabanas arbitrando el choque. Felicidades.

Era un día para cambiar el chip. Se adelantó España con un penalti transformado por Elena Ruiz, pero rápidamente empató la ‘orange’ Van der Slot. Acto seguido, su compañera Ten Broek daba la vuelta en superioridad en unos primeros compases muy dinámicos.

Países Bajos quiso seguir el rastro de Hungría ayer y puso en marcha una defensa de ayudas a la boya para evitar que le llegasen balones a Paula Leitón. La noticia fue que, en la primera superioridad, España se quitó el mal sabor de la mujer de más en semifinales con un gol de Alba Muñoz. Y siguió Leitón porque cuando se conecta con ella es gol o expulsión, aunque un absurdo VAR de más de tres minutos nos quitaba el tanto. Con empate (3-3) finalizaba un primer cuarto en el que pasaron muchas cosas.

España debía corregir los pases interceptados porque Países Bajos no perdona los regalos. La sensación, al menos, era otra completamente porque las Alba, Ariadna o Clavería ya anotaban, algo muy importante para mantenerse en partido. Las neerlandesas, por su parte, seguían a lo suyo, aunque se topaban con una Martina Terré que paraba todo lo que le llegaba entre los tres palos. Pero, casi en las postrimerías del segundo cuarto, Van de Kraats se inventa un palo-gol en una vaselina imposible que ponía la máxima diferencia del partido, 6-4 al descanso largo.

Faltaba claridad en la definición del ataque, así que Jordi Valls tenía trabajo que comentar a sus jugadoras desde el banquillo. Mérito enorme, no obstante, de una España renovada desde la dirección técnica y con seis debutantes. Van de Kraats volvía a castigarnos con una lejana vaselina de depuradísima técnica y colocaba un duro 7-4 que parecía demasiado castigo para lo que estábamos viendo. Un 3-0 en contra de parcial y casi un tiempo sin marcar. Bueno, aumentado a un 4-0 por un contraataque de Noa de Vries.

ESPAÑA SE AGARRÓ A LA VELOCIDAD DEL CONTRAGOLPE, PERO NO PUDO SER

Remontar un 8-4 en un cuarto iba a ser una tarea titánica, aunque ya en JJOO vimos un doble 6-1 en las semifinales de París con los mismos equipos. Era otra historia porque son momentos y equipos ‘diferentes’.  

No era el día en ataque posicional y Bea Ortiz nos dio la razón con un contragolpe magistralmente ejecutado, 9-6 a 5 minutos para la conclusión. Había poco margen para el error ante las jugadoras del griego Evangelos Doudesis, que ordenaba frenar su ataque para evitar los contragolpes españoles.

Prats macaba otro y a Países Bajos le entraban las dudas (‘pájaras’, que diría Dani Ballart en los excelentes comentarios junto a Joan Carles García en RTVE Play). Pero lo anulaba un eterno VAR y con ello nos ‘mataba’ la mínima ilusión de poder remontar. Pero somos las campeonas olímpicas y este equipo merece todo el crédito en este ciclo olímpico. Volveremos…

FICHA TÉCNICA NED-ESP

Comunicación RFEN Aquatics. Foto: España se conjuró antes del choque ante Países Bajos, pero no pudo ser / Rfen