ECOS DE SHANGHAI 2011 Iván Pérez

Iván Pérez, nacido en La Habana (Cuba) pero nacionalizado español y perteneciente a dos generaciones de nuestro waterpolo al más alto nivel, ha sido el ‘veterano’ de la delegación española RFEN en los Mundiales de Shanghai. A sus 40 años casi doblaba la edad de su compañero Marc Roca (22) y podría ser el padre de muchos deportistas de elite. Ha jugado casi 100 minutos de calidad en todo el torneo, un auténtico ejemplo de capacidad técnica y valor humano en el deporte de hoy.
No sabemos si será por superstición, admiración, cariño, porque será la última o quizás por las cuatro cosas, pero siempre que acaba un torneo queremos hacernos una foto con Iván, un jugador superlativo y mejor persona, un líder en grupos de alto rendimiento, un jugador experimentado, que ya fue campeón del mundo en Perth 98 y Fukuoka 2001 con los Estiarte, Chava, Toto, Jesús y compañía… y que tras un receso en 2010, ha vuelto a la selección con fuerza en Shanghai.
Hablamos con él tras el último partido ante Estados Unidos y victoria que daba la quinta plaza. Le preguntamos si tenía cuerda para rato y nos dijo que “estamos intentándolo, aunque no es fácil. Me tomé un año sabático de selección, y he vuelto con ganas. A nivel personal estoy contento de mi aportación al grupo en el Mundial de Shanghai; y a nivel colectivo el quinto puesto refleja que seguimos ahí arriba, entre los grandes. Después de unas vacaciones hablaré con el seleccionador porque ahora el objetivo común es buscar la clasificación olímpica”.
Iván Pérez, pasión en el agua, humor en la vida, orgullo colectivo. Haga lo que haga, merece el mayor homenaje del deporte español aunque, de momento, lo que queremos es que siga dando clases prácticas de waterpolo en la boya, una demarcación para la que hay que tener una pasta especial. Y de esto va más que sobrado. Suerte y gracias, Iván. PhotoRFEN: Iván Pérez, en Shanghai.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN)