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Real Federación Española de Natación
23/04/2012 a les 00:00
"¡Nos vamos a Londres, oé oé oé!"
El gran grueso de la selección española de waterpolo femenino aterrizó en Barcelona al filo de la madrugada con el trofeo y las medallas que las acreditan como campeonas del Preolímpico de Trieste. La delegación fue recibida por un numeroso grupo de aficionados y representantes del waterpolo español, entre los que se contaban entrenadores, directivos y jugadoras.
El waterpolo femenino español es una fiesta. La contagiosa alegría y ambición del grupo que dirige Miki Oca quedó patente a su aterrizaje en Barcelona, a donde llegaron cuando se rebasaban con creces las doce de la noche del lunes con el grito que ilustra esta noticia. En cabeza de la expedición, Pili Peña y Jennifer Pareja sostenían el trofeo de campeonas del Preolímpico, ante el que posaron en una nutrida foto de grupo. Tras de sí, todo el equipo, el segundo entrenador, Jordi Valls, el directivo responsable del área de waterpolo de la RFEN, Gaspar Ventura, y, cómo no, nuestro árbitro internacional Jaume Teixidó, que ha compaginado una intensa y excelente labor en el arbitraje de los encuentros con el de fotógrafo, ilustrando las crónicas de los partidos en las distintas jornadas del campeonato.
Sin embargo, más allá de las muestras de fervor y alegría, la mejor noticia de esta recepción aeroportuaria de Barcelona fue el ambiente. Además de familiares y amigos, algunos de los cuales recibieron a las suyas con cuadros y pancartas alusivas a la cita olímpica, la mejor noticia fue la presencia de una nutridísima representación del waterpolo femenino. Acudieron una decena de jugadoras, entre las cuales apreciamos a un numeroso bloque de jugadoras del CN Sant Andreu, directivos y presidentes de clubes, y algunos técnicos de renombre, como Vicenç Tarrés, predecesor de Miki Oca en el cargo, y su homólogo en el CN Mataró Quadis, Beto Fernández.
Los Juegos de Londres ya se divisan en el horizonte. Por delante, duros meses de trabajo y preparación que arrancan con la primera piedra bien situada en el camino. Trieste, abril de 2012. Un mes inolvidable.
C. Mestres / A. Valls (Comunicación RFEN Barcelona)
El waterpolo femenino español es una fiesta. La contagiosa alegría y ambición del grupo que dirige Miki Oca quedó patente a su aterrizaje en Barcelona, a donde llegaron cuando se rebasaban con creces las doce de la noche del lunes con el grito que ilustra esta noticia. En cabeza de la expedición, Pili Peña y Jennifer Pareja sostenían el trofeo de campeonas del Preolímpico, ante el que posaron en una nutrida foto de grupo. Tras de sí, todo el equipo, el segundo entrenador, Jordi Valls, el directivo responsable del área de waterpolo de la RFEN, Gaspar Ventura, y, cómo no, nuestro árbitro internacional Jaume Teixidó, que ha compaginado una intensa y excelente labor en el arbitraje de los encuentros con el de fotógrafo, ilustrando las crónicas de los partidos en las distintas jornadas del campeonato.
Sin embargo, más allá de las muestras de fervor y alegría, la mejor noticia de esta recepción aeroportuaria de Barcelona fue el ambiente. Además de familiares y amigos, algunos de los cuales recibieron a las suyas con cuadros y pancartas alusivas a la cita olímpica, la mejor noticia fue la presencia de una nutridísima representación del waterpolo femenino. Acudieron una decena de jugadoras, entre las cuales apreciamos a un numeroso bloque de jugadoras del CN Sant Andreu, directivos y presidentes de clubes, y algunos técnicos de renombre, como Vicenç Tarrés, predecesor de Miki Oca en el cargo, y su homólogo en el CN Mataró Quadis, Beto Fernández.
Los Juegos de Londres ya se divisan en el horizonte. Por delante, duros meses de trabajo y preparación que arrancan con la primera piedra bien situada en el camino. Trieste, abril de 2012. Un mes inolvidable.
C. Mestres / A. Valls (Comunicación RFEN Barcelona)