Real Federación Española de Natación
14/09/2012 aux 00:00
Cap.y4 Londres 2012, la medalla del apoteosis
El subidón del Preolímpico de Trieste duró varios días en España. Sí, se había dejado fuera de los Juegos a la campeona mundial Grecia y se había derrotado por dos veces a la anfitriona Italia, la actual campeona de Europa. España había dado un golpe en la mesa en toda regla, un aviso a las grandes potencias del otro lado del océano. Las redes sociales fueron un hervidero en Trieste y llegaba por fin la hora de la verdad, 25 de julio de 2012, la inauguración de los JJOO de Londres…
Con la ilusión del novato, con la humildad del sabio, con la fuerza de una afición, allá que se fueron Miki Oca y las jugadoras españolas a cumplir su sueño. Estar en Londres ya era el triunfo del waterpolo femenino, pero faltaba un pasito más, pelear cada partido y llegar hasta donde las fuerzas pudiesen.
La primera criba, para empezar, órdago a grande: China, subcampeona mundial. De nuevo Jané en el camino y el recuerdo amargo de una derrota contundente ante las orientales en Shanghai un año antes. Pero desde la primera salida de balón, con una Jennifer Pareja colosal, todo cambió y España se iba a convertir en una trampa mortal para las escuadras, a priori, favoritas. En su debut de ensueño, la defensa española, pese a tener 11 inferioridades y un penalti en contra, dejaba a China en 6 goles y además marcaba 11 con un waterpolo rápido, dinámico, que dejó a las asiáticas fuera del choque desde el tercer cuarto.
Segundo partido: Estados Unidos, subcampeona olímpica. De nuevo, prueba de fuego para España. Grandísima igualdad ante un superequipo, dominando las nuestras el marcador casi hasta el final del tercer cuarto y atasco en el último, con un alarmante 6-9 que, en un final antológico de España, quedó igualado con un 3-0 de casta (9-9).
El empate ante las estadounidenses dio alas el conjunto de Miki Oca, que en su último partido de grupo ganó por 13-11 ante una Hungría durísima que jugó al borde del reglamento y que obligó a España a un esfuerzo colosal, lleno de talento y efectividad ante la desesperación magiar. ¡Primeras de grupo!
España, en su choque ante las anfitrionas olímpicas / COE
La primera plaza tenía caramelo extra (Gran Bretaña) pero con licor dentro. Son de esos partidos en los que entras directamente en el Olimpo o tienes que esperar otros cuatro años para intentarlo. Con una piscina a rebosar, las entusiastas británicas no tenían nada que perder. Bueno, en realidad España tampoco pero después de la primera fase y estando tan cerca de una semifinal olímpica, había que “morir en el tiempo”. Fue el partido más difícil porque España no encontró su juego. El 6-2 al descanso con un segundo parcial de 3-0 fue lo mejor que pudo hacer España, porque las inglesas fueron remontando y a 2.30 del final se acercaron a 8-7. La grada se caía, pero de las profundidades surgió un titán llamado Maica García que nos llevaba directamente a semifinales.
De nuevo, la bella España ante la bestia Hungría, un guión de Hoollywood para un partido memorable, más duro que el anterior ante las magiares, con defensas pegajosas y las españolas buscando la velocidad. Se dominó el choque en el marcador, con mucha igualdad, hasta que en el último cuarto Maica rompió el choque con un 7-10 no definitivo. Hungría extremó su agresividad con un 2-0 desesperado, pero el control era España. Sí, España era medalla olímpica en su debut…
Y llegó la gran final. Si estar en Londres era un sueño para este equipo, jugar la final era el acabose. Quizás nos pesó un poco, fue nuestro partido más espeso y ante una Estados Unidos que firmó un espectacular encuentro, prácticamente sin errores (5-8). La final había desatado la locura en las redes y desplazó en La1 a la final de… ¡Usain Bolt! Dos millones de telespectadores gritaron y animaron a Laura Ester, Marta Bach, Anni Espar, Roser Tarragó, Mati Ortiz, Jennifer pareja, Lorena Miranda, Pilar Peña, Andrea Blas, Ona Meseguer, Maica García, Laura López y Ana Copado. Con el staff técnico comandado por Miki Oca, Claudio Camarena y Jordi Valls, con Juan Viota como jefe de equipo, Pere Robert como delegado, Albert Estiarte como médico y Christian Fernández como fisioterapéuta. Sus nombres ya quedan grabados con letras de plata olímpica en la historia del deporte español. ¡Gracias, todos recordaremos una gesta para la memoria!
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN). Fotografía: España, con su plata olímpica en el cuello / Nacho Casares (COE)
La próxima semana: Sincronizada / Andrea Fuentes-Ona Carbonell, el dúo de plata
Con la ilusión del novato, con la humildad del sabio, con la fuerza de una afición, allá que se fueron Miki Oca y las jugadoras españolas a cumplir su sueño. Estar en Londres ya era el triunfo del waterpolo femenino, pero faltaba un pasito más, pelear cada partido y llegar hasta donde las fuerzas pudiesen.
La primera criba, para empezar, órdago a grande: China, subcampeona mundial. De nuevo Jané en el camino y el recuerdo amargo de una derrota contundente ante las orientales en Shanghai un año antes. Pero desde la primera salida de balón, con una Jennifer Pareja colosal, todo cambió y España se iba a convertir en una trampa mortal para las escuadras, a priori, favoritas. En su debut de ensueño, la defensa española, pese a tener 11 inferioridades y un penalti en contra, dejaba a China en 6 goles y además marcaba 11 con un waterpolo rápido, dinámico, que dejó a las asiáticas fuera del choque desde el tercer cuarto.
Segundo partido: Estados Unidos, subcampeona olímpica. De nuevo, prueba de fuego para España. Grandísima igualdad ante un superequipo, dominando las nuestras el marcador casi hasta el final del tercer cuarto y atasco en el último, con un alarmante 6-9 que, en un final antológico de España, quedó igualado con un 3-0 de casta (9-9).
El empate ante las estadounidenses dio alas el conjunto de Miki Oca, que en su último partido de grupo ganó por 13-11 ante una Hungría durísima que jugó al borde del reglamento y que obligó a España a un esfuerzo colosal, lleno de talento y efectividad ante la desesperación magiar. ¡Primeras de grupo!
España, en su choque ante las anfitrionas olímpicas / COE
La primera plaza tenía caramelo extra (Gran Bretaña) pero con licor dentro. Son de esos partidos en los que entras directamente en el Olimpo o tienes que esperar otros cuatro años para intentarlo. Con una piscina a rebosar, las entusiastas británicas no tenían nada que perder. Bueno, en realidad España tampoco pero después de la primera fase y estando tan cerca de una semifinal olímpica, había que “morir en el tiempo”. Fue el partido más difícil porque España no encontró su juego. El 6-2 al descanso con un segundo parcial de 3-0 fue lo mejor que pudo hacer España, porque las inglesas fueron remontando y a 2.30 del final se acercaron a 8-7. La grada se caía, pero de las profundidades surgió un titán llamado Maica García que nos llevaba directamente a semifinales.
De nuevo, la bella España ante la bestia Hungría, un guión de Hoollywood para un partido memorable, más duro que el anterior ante las magiares, con defensas pegajosas y las españolas buscando la velocidad. Se dominó el choque en el marcador, con mucha igualdad, hasta que en el último cuarto Maica rompió el choque con un 7-10 no definitivo. Hungría extremó su agresividad con un 2-0 desesperado, pero el control era España. Sí, España era medalla olímpica en su debut…
Y llegó la gran final. Si estar en Londres era un sueño para este equipo, jugar la final era el acabose. Quizás nos pesó un poco, fue nuestro partido más espeso y ante una Estados Unidos que firmó un espectacular encuentro, prácticamente sin errores (5-8). La final había desatado la locura en las redes y desplazó en La1 a la final de… ¡Usain Bolt! Dos millones de telespectadores gritaron y animaron a Laura Ester, Marta Bach, Anni Espar, Roser Tarragó, Mati Ortiz, Jennifer pareja, Lorena Miranda, Pilar Peña, Andrea Blas, Ona Meseguer, Maica García, Laura López y Ana Copado. Con el staff técnico comandado por Miki Oca, Claudio Camarena y Jordi Valls, con Juan Viota como jefe de equipo, Pere Robert como delegado, Albert Estiarte como médico y Christian Fernández como fisioterapéuta. Sus nombres ya quedan grabados con letras de plata olímpica en la historia del deporte español. ¡Gracias, todos recordaremos una gesta para la memoria!
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN). Fotografía: España, con su plata olímpica en el cuello / Nacho Casares (COE)
La próxima semana: Sincronizada / Andrea Fuentes-Ona Carbonell, el dúo de plata
