Real Federación Española de Natación
07/11/2013 aux 00:00
Cap.7: Y a la séptima medalla,... descansaron
SERIAL RFEN.- La natación sincronizada española vivió como una auténtica fiesta su último día de competición. Estamos hablando del sábado 27 de julio y de la Libre Combinada, el popular Combo, donde España partía como segunda favorita tras Rusia. Era el momento de lanzar la última flecha de plata y acabar el Mundial a lo grande. Ona Carbonell y sus compañeras, exhaustas, llegaban a una meta siquiera soñada meses antes, pero tan real como la vida misma…
Broche de plata para España, la tercera de los Mundiales y la séptima en el total si sumamos las cuatro anteriores igualando el récord de metales de los Mundiales de Roma 2009. De fábula. Había que rematar el último día con un podio, nada fácil a este nivel porque cualquier error de alguna componente te manda al limbo de los olvidados.
Y, claro, a un equipo de leyenda, tenía que inspirarle un cantante de leyenda, Elvis Presley. ¡Vaya si lo hizo! El frenético rock and roll de las españolas engatusó de nuevo a los jueces y a un público entregado, más de 9.000 personas bailando al ritmo del rock.
Poco importaba que las rusas se llevaran la medalla de oro con sus 97,060 –estaba cantado de nuevo tras una semana con los mismos derroteros- y que Ucrania se hiciese su tercer hueco en el podio con sus 93,350 puntos… ese día todas las miradas estaban centradas en esta España rockera y con unas ganas enormes de despedirse a lo grande.
La actuación inundó de ritmo y acrobacias la abarrotada pileta del Sant Jordi –ni una entrada había ya horas antes de la final vespertina- para marcarse 94,620 puntos de plata. Todo eran abrazos y celebraciones. Desaparecía de los rostros la tensión acumulada: Ona Carbonell ya soportaba en su cuello nada menos que siete medallas mundiales en un mismo evento; Marga Crespí nada menos que cinco; y Alba Cabello, Thaïs Henríquez, Clara Basiana, Cristina Salvador, Paula Klamburg, Irene Montrucchio, Laia Pons, Sara Levy, Meritxell Mas y Clara Camacho.
Ona Carbonell decía que “este Mundial marcará un antes y un después para mí”. Para ella, para sus compañeras y para la natación sincronizada española, que demostró en Barcelona que este deporte, a nivel internacional, habla ruso, pero sigue hablando español y bien fuerte.
Próximo capítulo: 8. Octava medalla: Melani Costa, plata en 400 libre
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN – BCN2013). Fotos: Libre Combinado español RFEN / Quintín García ©
Broche de plata para España, la tercera de los Mundiales y la séptima en el total si sumamos las cuatro anteriores igualando el récord de metales de los Mundiales de Roma 2009. De fábula. Había que rematar el último día con un podio, nada fácil a este nivel porque cualquier error de alguna componente te manda al limbo de los olvidados.
Y, claro, a un equipo de leyenda, tenía que inspirarle un cantante de leyenda, Elvis Presley. ¡Vaya si lo hizo! El frenético rock and roll de las españolas engatusó de nuevo a los jueces y a un público entregado, más de 9.000 personas bailando al ritmo del rock.
Poco importaba que las rusas se llevaran la medalla de oro con sus 97,060 –estaba cantado de nuevo tras una semana con los mismos derroteros- y que Ucrania se hiciese su tercer hueco en el podio con sus 93,350 puntos… ese día todas las miradas estaban centradas en esta España rockera y con unas ganas enormes de despedirse a lo grande.
La actuación inundó de ritmo y acrobacias la abarrotada pileta del Sant Jordi –ni una entrada había ya horas antes de la final vespertina- para marcarse 94,620 puntos de plata. Todo eran abrazos y celebraciones. Desaparecía de los rostros la tensión acumulada: Ona Carbonell ya soportaba en su cuello nada menos que siete medallas mundiales en un mismo evento; Marga Crespí nada menos que cinco; y Alba Cabello, Thaïs Henríquez, Clara Basiana, Cristina Salvador, Paula Klamburg, Irene Montrucchio, Laia Pons, Sara Levy, Meritxell Mas y Clara Camacho.
Ona Carbonell decía que “este Mundial marcará un antes y un después para mí”. Para ella, para sus compañeras y para la natación sincronizada española, que demostró en Barcelona que este deporte, a nivel internacional, habla ruso, pero sigue hablando español y bien fuerte.
Próximo capítulo: 8. Octava medalla: Melani Costa, plata en 400 libre
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN – BCN2013). Fotos: Libre Combinado español RFEN / Quintín García ©
