Real Federación Española de Natación
18/02/2020 aux 13:01
Tête

CENTENARIO: 1933, el Cataluña-Castilla de natación de fondo tuvo dos pintorescas prórrogas (yII)

En el anterior capítulo de investigación de las píldoras digitales del Centenario RFEN relatamos con detalle la pasión incontrolable del Castilla-Cataluña de Natación, con una expectación inusitada entre el público madrileño que se dio cita en la piscina de El Lago en el año 1933. Y es que la rivalidad deportiva entre castellanos y catalanes -en buena lid, todo hay que decirlo- se trasladó cinco semanas más tarde al puerto de Barcelona con el Campeonato de España de Fondo, una especie de ‘prórroga infartante’ donde, a falta de foto-finish, hubo que recurrir a decisiones sorprendentes: empate en una carrera sin meta (se les olvidó ponerla) y segunda ‘prórroga’. Lean, lean…

El favoritismo de Cataluña -con el CN Barcelona como gran bastión- había quedado diluido en Madrid por una selección de Castilla -con el Canoë NC como punta de lanza- que, como ya contamos la semana anterior, había mostrado “sus progresos rápidos y gigantes” según la prensa de la época y había quedado a dos puntos de su gran rival en los Nacionales. Algunas investigaciones posteriores sumaban lo ocurrido los días 2 y 3 de septiembre en El Lago (Campeonato de España de Natación en piscina de 50m y Saltos) a lo que pudiera pasar el 8 de octubre en el puerto de Barcelona (Campeonato de España de Fondo en el mar sobre 2.000m).

Castilla, pese a jugar ‘fuera de casa’ esta especie de prórroga deportiva, había depositado muchas esperanzas en esta prueba teniendo en cuenta lo ocurrido el mes anterior en la carrera de medio fondo en El Lago, un 1.500 libre donde el favorito catalán Cabrejas tuvo que abandonar antes de mitad de prueba porque le molestaba el bañador, algo que aprovecharon excepcionalmente bien los castellanos Gómez-Acedo y Cuñat bajo la sabia batuta estratégica de Enrique Granados.

ESCUDERO, EL ‘TRITÓN’ DE LA BARCELONETA

Y llegó el día, el gran día. Cataluña contra Castilla, Barceloneta AC contra Canoë NC, Antonio Escudero contra Luis Cuñat, con el “mar y el cielo por testigos”. Todo o nada en un combate de película. Natación sin condimentos, en estado puro. Es cuanto menos curioso como el periódico AS, en su crónica del 16 de octubre, relata así el lugar de procedencia del nadador catalán, en este caso el popular barrio de la Barceloneta:

“Entre las aguas turbias del puerto barcelonés, bosque de mástiles, pertinaz ruido de motores y chirriar de cabrestantes, y las linfas límpidas de la playa suave y rumorosa del Mediterráneo, festoneada por los merenderos más toscos –“Se asen comidas a 1,50”- las barracas burdas, mezcladas con los lujosos establecimientos, “slips” harapientos y pijamas que estuvieron en El Lido y Jean les Pins, hay este barrio popularísimo y atractivo que todos conocemos: la Barceloneta”. De hecho, la propia barraca del Barceloneta Amateur Club había sido construida por los propios nadadores.

Pero vamos con lo ocurrido en Barcelona, calificado por algunos relatores informativos de “pintoresco” al menos. Nosotros dejaremos que ustedes pongan el calificativo. La prueba para el Campeonato de España de los 2.000 metros mar se corrió el domingo día 8. En la detallada -para algunas cosas- crónica de AS del 16 de octubre de 1933 (ocho días más tarde de la prueba), era así definido el estado de la mar: “El Mediterráneo quiso dar un mentis a su bien ganada fama, y las olas barrían la escollera. Bramaba el mar gris imponente y daba al traste con los propósitos de una organización impecable preparada por el C.N. Barcelona”.

Nada menos que sesenta fueron los participantes (entusiastas) diríamos, que se lanzaron al agua. El relato de la época no tiene desperdicio: “Ante una multitud de aficionados que desde el paseo del Rompeolas se aprestaba a seguir las incidencias de la lucha, se constituyó el Jurado, y salieron en pos del título sesenta tritones. A pesar de la furia del líquido elemento, la expectación quiso que se aventurasen embarcaciones y patines. Pero estaba escrito que el mar había de salirse con la suya y que no podría proclamarse campeón”.

Un vaticinio demoledor. Y es que se narró una “lucha épica” y “abandonos que diezmaron” la carrera. Mientras, en cabeza, los dos grandes: Cuñat (Castilla) y Escudero (Cataluña), “dos hombres en cabeza” que “braceaban furiosamente para arribar a la meta”. Es cierto que la ventaja de Cuñat “leader” durante toda la carerra, iba menguando en favor de Escudero, que “amenazaba con alcanzarlo”. Momentos apasionantes sin duda que decidirían no solo el ganador, también la supremacía de Cataluña o Castilla sobre su rival en 1933 y quien sabe si un ciclo hegemónico de alguno de ellos. De ahí la máxima expectación en aquellos épicos momentos de competición.

EL JURADO SE PERCATA: NO HABÍA META

Pero ¿cuánto faltaba para la llegada? Agárrese a la silla si está leyendo esto: “El Jurado se dio cuenta de que no había meta”. Sí, sí, como lo leen. Dos hombres jugándose el destino de sus regiones y ¡no había meta! ¿Cómo era posible resolver la cuestión?... Pues se buscó la solución más pragmática: establecer una línea imaginaria prolongando la meta de salida… Se preguntará, querido lector, quién llegó a meta primero, que le tenemos en ascuas. AS fue rotundo en su crónica, relatando: “¿Quién “pisó” primero? Es algo que no se sabrá nunca”.

La resolución fue entre salomónica, pintoresca y surrealista: Un juez votó por Cuñat y el otro por Escudero (evidentemente, en 1933, la foto finish o vista virtual de una llegada no era posible ya que llegó al deporte en 1948 de la mano del fabricante de relojes Omega), así que el trascendental Campeonato de España de Fondo se iba a resolver “a ojo de buen cubero”.

Y a todo esto, ¿qué dictaminó el juez-árbitro de la ‘competición’?: “Mareado completamente en su embarcación, no había podido ver el final épico de la lucha. La solución fue decretar empate”. El periodista de AS que relató a posteriori la carrera no tuvo miramientos en proclamar sus simpatías: “Yo creo que ganó Cuñat (Castilla), pero ¿qué importa este criterio mío si prevaleció un acuerdo que es, en definitiva, tal vez más deportivo, y si este acuerdo me iba a proporcionar el espectáculo hermoso de un desafío “a la moderna usanza”?”

LA SEGUNDA PRÓRROGA, EN LA CLANDESTINIDAD

El desempate iba a ser el martes, dos días después. El caso es que “nadie lo sabía”. Solo los elegidos y su entorno. Podemos decir que fue una segunda prórroga clandestina. Y porque en natación no hay penalties… El caso es que amaneció un día soleado, preotoñal. En el Club Natación Barcelona apareció Cuñat, con su entrenador Enrique Granados, y llevaba vendada la cabeza al parecer por la trepanación para la intervención de un oído (“mal de nadadores”, que se llamaba). Y la prensa (Reti, del AS) ‘le cazó’: -¿Qué crees de la carrera del domingo? -No sé, llevaba yo mucha ventaja y me alcanzó. Formidable muchacho este Escudero”. -Pero ¿no crees que llegaste tú antes? -Muy difícil saberlo. Cuando los jueces, que están para eso, no lo saben… Nadando en los últimos esfuerzos es imposible apreciarlo. Hoy se decidirá, hoy veremos…” Nobleza ante todo del gran campeón castellano.

Pero Cuñat no estaba bien. Entre el oído y la fatiga del domingo, sus opciones menguaron. Eso sí, esta vez había meta: “A 300 metros de la playa, entre dos boyas con sus respectivas banderolas, una línea de corchos aparece propicia ya a servir de meta inconfundible, inapelable…” La descripción de Escudero es, cuanto menos, sorprendente: “Con su traje y su albornoz bajo el brazo, pequeño, recio, facha de gitano, llega Escudero para la mitológica agonística”. Y justo antes de nadar, mientras se desnuda -algo impensable hoy- le preguntan: “Yo creo que gané. Pero no soy quien para decirlo. Hoy soy pesimista. El mar tranquilo parece una sucursal de sus piscinas madrileñas. A pesar de todo, tengo unas ganas enormes de nadar, de luchar de nuevo…”

Sus dos entrenadores, el Jurado en la motora, un fotógrafo de AS y dos periodistas por testigos, junto a diez o doce personas del club en la barandilla, y en el paseo de la Escollera poco más de un centenar de barceloneses anhelantes, o que pasaban por allí. Asustada la gaviota por el silbato, dio comienzo la prueba. Un estilo suave, fácil, elegante de Cuñat frente al más duro y vigoroso de Escudero. ¡Qué delicia de combate! Si se hubiera sabido en el barrio. La culpa fue de Pros, entrenador del Barceloneta, que hubiera avisado la noche anterior casa por casa, pero se le murió la suegra y así quedaron, en familia. A mitad de carrera, cinco metros de ventaja para Cuñat, pero el local Escudero, espoleado por gritos como “¡Chavá! y ¡Canuto!”, y por la presencia de su hermana, hermanitos y Olmos, ganador de la Travesía del Puerto, del que dicen era su cuñado, remontó en los segundos 1.000 metros.

El desenlace fue maravilloso. “Escudero pone la mano en el corcho. Lo agarra furiosamente y lo rebasa con todo su cuerpo, para que los jueces vean que ha pasado. Cuñat queda aún a 80 metros, pero lo espera…” Escudero sonríe, pero tiene una pena: “Te juro -le dice al periodista en meta- que tenía un disgusto tremendo cuando he visto que lo pasaba y lo dejaba atrás…” Cuñat le da la mano antes incluso de tocar el corcho de meta: “Bravo, muchacho, solo quería llegar para felicitarte”. Y, según Renzi: “Ha sido ese ese momento cuando yo hubiera fallado empate en deportividad y nobleza… Después de las dos carreras más distintas, más pintorescas y más hermosas que he de guardar en mi memoria”. Y nosotros las hemos sacado de la memoria periodística para compartir un combate absolutamente de leyenda.

Autores:

Edición / Documentación:

Rodrigo Gil-Sabio / Manolo Escudero Cordón

Aportaciones a la pieza informativa: rodrigogilsabio@rfen.es

Fuentes documentales:

ESCUDERO CORDÓN, Manuel. Archivo histórico personal

GIL SABIO, Juan. Real Canoe Natación Club. Una forma de vida. Edita: Real Canoe NC, 1990

GIL-SABIO, Rodrigo. El deporte español en el período de entreguerras, 2004

Hemeroteca/web:

AS, Revista Semanal Deportiva. Cantera de Tritones Págs. 4 y 5, 16 de otubre de 1933

BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA (Madrid). Los Campeonatos de España de Natación. Archivos de 1933

GENERALITAT DE CATALUNYA Foto (negativo): Luis Cuñat y Antonio Escudero es feliciten al final de la cursa de natació pel campionat d’Espanya 2.000 mts mar lliure. Autor/es: Ramón Claret – Joan Bert. Col-leccions: Imatges de Europeana Photography [63371] 1933-10-08


Foto de Portada: Luis Cuñat y Antonio Escudero, dos caballeros en el desenlace del Cto. de España de Fondo /Generalitat de Catalunya - AS; Fotos de abajo: 1- Escudero, en su nado hacia el triunfo final. 2- Olmos y Escudero, junto a las tres hermanas de este / AS; 3-Gran disputa deportiva en el agua de Cuñat y Escudero / AS; y4- Caseta-sede del Barceloneta Amateur Club / AS - CNAB.  



 

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