Real Federación Española de Natación
23/08/2008 alle 00:00
JJOO PEKÍN 2008 SINCRONIZADA – El Equipo logra la segunda plata de una España que alcanza la excelencia
¡Plata! ¡Plata! Dos veces plata. Primero fue el Dúo, y ahora acaba de hacerlo el Equipo. La Natación Sincronizada acaba de vivir un antes y un después con las dos medallas que se lleva de Pekín, dos subcampeonatos olímpicos que simbolizan una década de esfuerzo y trabajo metódico. En el podio, el equipo español salió cogido de las manos, se abrazó, saltó y algunas lloraron de emoción. Lágrimas de plata de Paola Tirados, de Laura López, de Gisela Morón, de Alba Cabello, de Raquel Corral, de Thaïs Henríquez, de Andrea Fuentes, de Irina Rodríguez, de Gemma Mengual. Un equipo olímpico irrepetible…
Esta es la crónica que simboliza la pasión, el esfuerzo y el trabajo de una generación de deportistas arropada por los mejores técnicos y especialistas para alcanzar el éxito de sus vidas. Hace diez años España no era nadie en el concierto internacional. Hoy, la España de Anna Tarrés se va de Pekín 2008 como doble subcampeona olímpica, con nueve chicas en la cúspide de sus carreras deportivas.
Realmente emocionante ha sido la final de Equipos rutina libre. Tras la acuación de Estados Unidos –la gran sorpresa con un ejercicio muy innovador-, Australia, Egipto y Canadá, llegaban los grandes favoritos a medalla. Empezó China que, espoleada por el público que llenaba el Water Cube, se fue hasta los 97.334 puntos, algo que dejaba casi fuera del podio a Japón y en problemas a España para mantener la plata.
NIPONA EN CAMILLA
Salió Japón, decidida a todo. Pero las niponas no tuvieron su día. Estuvieron peor que en la rutina técnica, su fuerte, y además la nadadora Hiromi Kobayashi se mareó en los últimos segundos del ejercicio, no pudiendo siquiera salir del agua y teniendo que ser sacada en camilla por las asistencias. Por si fuera poco, fueron penalizadas con dos puntos por tocar el suelo una de las nadadoras, así que iban para bronce y acabaron sextas.
Y con todas estas circunstancias salió una España motivadísima, con sus casquetes trenzados y con su traje africano sin leds para desarrollar ese África de Salvador Niebla que bordaron como en ellas es habitual. Elementos acrobáticos arriesgados, puentes, aguas, figuras selváticas,… un libre muy trabajado y lleno de potencia y expresividad. Afloraron en los carteles los 9,9 de las juezas –la china libraba hoy, menos mal- y… ¡98.251! Plata, eso era plata por delante de China y Japón.
Pero faltaba Rusia y, claro, su año en la ‘cueva’ fue recompensado con 50 puntos (8 dieces), excesivo a nuestro parecer, más que nada porque se debería tener mucho cuidado con los dieces dado que el listón de la perfección se quedó en la gimnasta Nadia Comaneci en Montreal 76 y pocos hasta la fecha han llegado a esa cumbre de la técnica. Al final, oro para Rusia, plata para España y bronce para China.
España ya es hoy oficialmente la segunda potencia mundial. Toda un superpotencia que mira por debajo a países del G-8 como China, Japón, Estados Unidos, Canadá, Australia, Francia, Italia,… En fin, una medalla de muchas personas, de muchos años, de muchos sueños,…
Esta es la crónica que simboliza la pasión, el esfuerzo y el trabajo de una generación de deportistas arropada por los mejores técnicos y especialistas para alcanzar el éxito de sus vidas. Hace diez años España no era nadie en el concierto internacional. Hoy, la España de Anna Tarrés se va de Pekín 2008 como doble subcampeona olímpica, con nueve chicas en la cúspide de sus carreras deportivas.
Realmente emocionante ha sido la final de Equipos rutina libre. Tras la acuación de Estados Unidos –la gran sorpresa con un ejercicio muy innovador-, Australia, Egipto y Canadá, llegaban los grandes favoritos a medalla. Empezó China que, espoleada por el público que llenaba el Water Cube, se fue hasta los 97.334 puntos, algo que dejaba casi fuera del podio a Japón y en problemas a España para mantener la plata.
NIPONA EN CAMILLA
Salió Japón, decidida a todo. Pero las niponas no tuvieron su día. Estuvieron peor que en la rutina técnica, su fuerte, y además la nadadora Hiromi Kobayashi se mareó en los últimos segundos del ejercicio, no pudiendo siquiera salir del agua y teniendo que ser sacada en camilla por las asistencias. Por si fuera poco, fueron penalizadas con dos puntos por tocar el suelo una de las nadadoras, así que iban para bronce y acabaron sextas.
Y con todas estas circunstancias salió una España motivadísima, con sus casquetes trenzados y con su traje africano sin leds para desarrollar ese África de Salvador Niebla que bordaron como en ellas es habitual. Elementos acrobáticos arriesgados, puentes, aguas, figuras selváticas,… un libre muy trabajado y lleno de potencia y expresividad. Afloraron en los carteles los 9,9 de las juezas –la china libraba hoy, menos mal- y… ¡98.251! Plata, eso era plata por delante de China y Japón.
Pero faltaba Rusia y, claro, su año en la ‘cueva’ fue recompensado con 50 puntos (8 dieces), excesivo a nuestro parecer, más que nada porque se debería tener mucho cuidado con los dieces dado que el listón de la perfección se quedó en la gimnasta Nadia Comaneci en Montreal 76 y pocos hasta la fecha han llegado a esa cumbre de la técnica. Al final, oro para Rusia, plata para España y bronce para China.
España ya es hoy oficialmente la segunda potencia mundial. Toda un superpotencia que mira por debajo a países del G-8 como China, Japón, Estados Unidos, Canadá, Australia, Francia, Italia,… En fin, una medalla de muchas personas, de muchos años, de muchos sueños,…
