Real Federación Española de Natación
15/03/2017 alle 00:00
Mataró y Sabadell, la historia a sus pies
Normalmente, después de una gran gesta necesitas que pasen unos días, dejarlo enfriar, para darte cuenta de verdad de la magnitud de lo logrado. Es bueno, evidentemente, dejarte llevar por el clima generalizado de euforia (¿para qué lo intentamos, si no?), pero también lo es meditarlo, analizarlo a fuego lento y sacar conclusiones.
Sergi Capdevila (Comunicación RFEN).-
Sobran las palabras para valorar de alguna forma la enorme hazaña que tanto Astralpool CN Sabadell como La Sirena CN Mataró consiguieron con sus respectivos pases a la Final Four de la Euroliga. Por qué no decirlo, la competición más potente y prestigiosa del mundo del waterpolo femenino. Un torneo que lleva en marcha meses y meses y que va dejando a equipos en el camino y que tan solo da acceso a poder ganarla a los cuatro mejores, a los cuatro conjuntos que han aguantado todos los golpes y han hecho más méritos para disputársela.
Y, entre esos cuatro privilegiados, estarán dos equipos españoles. Más habitual ya (que no menos loable, por supuesto) lo del conjunto que entrena Nani Guiu, dominador los últimos 10 años del waterpolo europeo. Único en su historia lo de La Sirena CN Mataró, que, a base de trabajo y de esfuerzo, en apenas dos años se ha hecho un hueco entre la élite del viejo continente y pisa fuerte, después de ganar la Copa LEN en 2016, ahora en la Euroliga.
Comenzando por las de Florin Bonca, para quitarse el sombrero es lo que hicieron ante el UVSE Budapest. Un equipo, el húngaro, fijo en las últimas Final Four y formado en su casi totalidad por jugadoras internacionales con una de las selecciones más potentes del mundo como es Hungría. El año pasado lucharon y lograron oponer resistencia a las magiares también en cuartos, pero se quedaron a las puertas. Aún les faltaba una marcha más para poder jugarle de tú a tú a un equipo así.
ENTRE LA NOVEDAD Y LA HEGEMONÍA
En esta ocasión, un año después y con la lección bien aprendida, las del Maresme no solo le devolvieron la moneda a las de Budapest, sino que demostraron una entereza y una capacidad de reacción encomiables. Porque verse 10-4 abajo en el primer partido en Hungría y ser capaz de encadenar un parcial de 0-5 y salir más que vivo de un emplazamiento que provoca tanto respeto histórico como es la capital magiar, eso, eso está al alcance de muy pocos.
Decíamos que más acostumbrados están en Sabadell a ver a sus chicas luchar cada año entre los cuatro mejores. Parece casi ya como una obligación. De hecho, es un objetivo primordial cada temporada del club, pero todo el trabajo que está detrás para que esta máquina casi perfecta esté engrasada hace que se le deba dar el valor que merece a la gesta.
Seis Final Four en los últimos siete años es algo que se dice rápido, pero el sacrificio, la dedicación y, sobre todo, el mantener el hambre competitiva, eso, eso se trabaja lento. Poco a poco. "Hemos cumplido el objetivo marcado y ahora me muero de ganas de estar en mi primera Final Four. Aquí la exigencia es máxima y eso hace que te apliques al máximo en cada entrenamiento". Esto nos los contaba Bea Ortiz después de pasar, literalmente, por encima del Dunaujvaros húngaro en la vuelta de los cuartos de final.
El 28-29 de abril, en sede todavía por confirmar, el waterpolo femenino vivirá algo histórico. Un fin de semana que quedará ya para las páginas de oro de la corta pero cada vez más dilatada lista de vivencias.
Foto: Un lance del La Sirena CN Mataró-UVSE Budapest / Atelier Photo
Sergi Capdevila (Comunicación RFEN).-
Sobran las palabras para valorar de alguna forma la enorme hazaña que tanto Astralpool CN Sabadell como La Sirena CN Mataró consiguieron con sus respectivos pases a la Final Four de la Euroliga. Por qué no decirlo, la competición más potente y prestigiosa del mundo del waterpolo femenino. Un torneo que lleva en marcha meses y meses y que va dejando a equipos en el camino y que tan solo da acceso a poder ganarla a los cuatro mejores, a los cuatro conjuntos que han aguantado todos los golpes y han hecho más méritos para disputársela.
Y, entre esos cuatro privilegiados, estarán dos equipos españoles. Más habitual ya (que no menos loable, por supuesto) lo del conjunto que entrena Nani Guiu, dominador los últimos 10 años del waterpolo europeo. Único en su historia lo de La Sirena CN Mataró, que, a base de trabajo y de esfuerzo, en apenas dos años se ha hecho un hueco entre la élite del viejo continente y pisa fuerte, después de ganar la Copa LEN en 2016, ahora en la Euroliga.
Comenzando por las de Florin Bonca, para quitarse el sombrero es lo que hicieron ante el UVSE Budapest. Un equipo, el húngaro, fijo en las últimas Final Four y formado en su casi totalidad por jugadoras internacionales con una de las selecciones más potentes del mundo como es Hungría. El año pasado lucharon y lograron oponer resistencia a las magiares también en cuartos, pero se quedaron a las puertas. Aún les faltaba una marcha más para poder jugarle de tú a tú a un equipo así.
ENTRE LA NOVEDAD Y LA HEGEMONÍA
En esta ocasión, un año después y con la lección bien aprendida, las del Maresme no solo le devolvieron la moneda a las de Budapest, sino que demostraron una entereza y una capacidad de reacción encomiables. Porque verse 10-4 abajo en el primer partido en Hungría y ser capaz de encadenar un parcial de 0-5 y salir más que vivo de un emplazamiento que provoca tanto respeto histórico como es la capital magiar, eso, eso está al alcance de muy pocos.
Decíamos que más acostumbrados están en Sabadell a ver a sus chicas luchar cada año entre los cuatro mejores. Parece casi ya como una obligación. De hecho, es un objetivo primordial cada temporada del club, pero todo el trabajo que está detrás para que esta máquina casi perfecta esté engrasada hace que se le deba dar el valor que merece a la gesta.
Seis Final Four en los últimos siete años es algo que se dice rápido, pero el sacrificio, la dedicación y, sobre todo, el mantener el hambre competitiva, eso, eso se trabaja lento. Poco a poco. "Hemos cumplido el objetivo marcado y ahora me muero de ganas de estar en mi primera Final Four. Aquí la exigencia es máxima y eso hace que te apliques al máximo en cada entrenamiento". Esto nos los contaba Bea Ortiz después de pasar, literalmente, por encima del Dunaujvaros húngaro en la vuelta de los cuartos de final.
El 28-29 de abril, en sede todavía por confirmar, el waterpolo femenino vivirá algo histórico. Un fin de semana que quedará ya para las páginas de oro de la corta pero cada vez más dilatada lista de vivencias.
Foto: Un lance del La Sirena CN Mataró-UVSE Budapest / Atelier Photo
