SERIAL OLÍMPICO I SIDNEY'00: Nina Zhivanevskaya, la primera medalla para la natación femenina

Por segunda vez en la historia de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, Oceanía acogía el gran evento deportivo internacional. De Melbourne'56 a Sidney'00, casi medio siglo de diferencia y una gran protagonista española, de origen ruso, llamada Nina Alexsandrovna Zhivanevskaya. Nacida en 1977 en Moscú, a los 23 años y nadando por España, alcanzaba el 'olimpo' con el bronce en 100 espalda, primera medalla de nuestra natación femenina. Ahí es nada...

Los Juegos Olímpicos de Sidney (Australia) se presentaban como una nueva oportunidad con el listón del 7º puesto de Lourdes  Becerrra en Atlanta. Pero unas vacaciones de Nina en la Costa del Sol a finales de los 90 cambiaron para siempre nuestra historia. Sí, porque la primera medalla de la natación femenina fue una medalla por amor, por amor a un país y a una persona que primero fue su entrenador y que luego acabó siendo su marido, Francis Medina. Tras su matrimonio en 1999, Nina adoptó la nacionalidad española.

Aquella decisión provocó que España presentase un equipo olímpico con Nina como gran estrella, escoltada por Lourdes Becerra o Mireia García, entre otras. Pero si Zhivanevskaya tenía una cosa, esa era experiencia internacional. Tanta que, con 15 años, ya nadaba en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, logrando un bronce en los 4x100 estilos con el equipo de la Comunidad de Estados Independientes (cosas de la política).  

UNA CARRERA DE 100 METROS ESPALDA PARA LA HISTORIA

Nina fue sexta en los 200 espalda (2.12.75), gran diploma, pero en el hectómetro estuvo aún mejor. De menos a más, fue quinta en las eliminatorias con 1,01.97. Dio un pasito más, cuarta, en semifinales, bajamdo marca (1.01.41). Y, como no hay dos sin tres, llegaba a la final mirando al podio. Y lo consiguió, un bronce para la historia rebajando más su tiempo: 1.00.89. Solo ella supo combinar a la perfección la técnica y la competitividad de la escuela rusa, con la pasión y la alegría de la escuela española.

Más tarde, Nina actuaría en los Juegos de Atenas 2004 y Pekín 2008, evento tras el cual se retiró para ser madre. En la actualidad reside en Torremolinos (Málaga), donde ejerce de directora y entrenadora del CN Torremolinos, además de compaginar la faceta deportiva con su trabajo en el Patronato Municipal de Deportes. 

Una anécdota que define a Nina Zhivanevskaya es que cuando estaba preparando los Juegos Olímpicos de Sidney, en 1999, una pqueña niña de 9 añitos se le acercó para pedirle una foto y un autógrafo. Nina, que accedió encantada, era el ídolo de esa cria. Una niña que acabaría superándola y que se llamaba...Mireia Belmonte García. 

EL AMARGO CUARTO PUESTO DE NUESTRO WATERPOLO

Sidney fue la cara para Nina y la cruz para nuestro waterpolo, oro en Atlanta. Unos Juegos duros, llenos de trampas. Pese a la victoria ante Croacia en cuartos de final tras una primera fase de luces y sombras, llegó la semifinal ante Rusia. Aquello fue agónico para un equipo que no mereció ese final: 7-8 tras prórroga y más de 43 minutos a reloj parado dramáticos. Aquel tiempo suponía unos 125 minutos de partido de fútbol. El empate a siete nos dejaba pendientes de una prórroga que nada arregló. Y se fue a un tiempo extra con gol de oro. Allí nos 'mató' Gorchkov y con ello, el final de gran parte de una generación que había sido casi imbatible en los 90. 

También tuvimos representación en natación sincronizada, con el diploma olímpico (octavas) del dúo formado por Gemma Mengual y Paola Tirados. Y, en Saltos, con Lola Sáez (14ª) y Rafa Álvarez (17º) finalistas en plataforma y trampolín de 3 metros. Esa fue nuestra España en el 2000 y nuestra Nina de bronce, la 'zarina acuática'. 

Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN). Fotos: Nina Zhivanevskaya. Bajo estas líneas, con su entrenador Francis Medina, en la segunda imagen.