Real Federación Española de Natación
14/05/2008 às 00:00
CENTENARIO DEL WATERPOLO ESPAÑOL - 10-12 abril 1966. ESPAÑA APADRINA UNA COMPETICIÓN ESTRATÉGICA: EL TORNEO INTERNACIONAL JUVENIL DE PASCUA
Los Campeonatos de Europa en categoría juvenil no empezaron hasta 1983 y el caldo de cultivo que los hizo posibles fueron las actividades que venían desarrollando en la franja de edad de los 15-18 años países como España, Francia, Italia, Alemania y Holanda. Actividades que, como vemos, se iniciaron en Barcelona en 1966 con un torneo celebrado en las fechas de Pascua, con perspectivas de larga continuidad.
Como es lógico, los inicios fueron dubitativos. Por ejemplo, Inglaterra era la que se había comprometido a hacerse cargo de la organización o, en su defecto, Bélgica, pero ninguna de las dos cumplió con el compromiso y fue finalmente España la que lo asumió. También hubo problemas con la edad de los jugadores: Holanda, por un error de interpretación, se presentó con un equipo de mayor edad, lo cual le impidió entrar oficialmente en el torneo y tuvo que conformarse con jugar los cuatro partidos fuera de concurso.
Convencidos todos los países involucrados en el tema (incluida Yugoslavia, que se incorporó mas tarde) de que éste era el camino a seguir, el torneo juvenil de Pascua poco a poco se convirtió en un “clásico” y viajó por los seis países en una rotación sistemática: Nápoles (1967), Marsella (1968), Berlín (1969), Belgrado (1970), Rótterdam (1971), Barcelona (1972), Génova (1973), La Rochelle (1974), Heidelberg (1975), Sibenik (1976), etc.
Para España, los comienzos fueron duros pero también llegó a disfrutar de la victoria, primero en Belgrado y después en La Rochelle. En cualquier caso, esta competición resultó estratégica y en ella se forjaron los mejores jugadores de nuestro país.
En la foto tenemos a la formación española que tomó parte en esta primera edición del Trofeo Juvenil de Pascua compuesta por, de izquierda a derecha, de pie: Guillem Llimós, Agustí Codera, Josep Oriol Humet, Joan Escartín, Joan Rubio, y Carles Hernández. Agachados: Francesc Sabaté, Lluís García, Josep Padrós, Carles Bernal y Francesc Batalla.
Como es lógico, los inicios fueron dubitativos. Por ejemplo, Inglaterra era la que se había comprometido a hacerse cargo de la organización o, en su defecto, Bélgica, pero ninguna de las dos cumplió con el compromiso y fue finalmente España la que lo asumió. También hubo problemas con la edad de los jugadores: Holanda, por un error de interpretación, se presentó con un equipo de mayor edad, lo cual le impidió entrar oficialmente en el torneo y tuvo que conformarse con jugar los cuatro partidos fuera de concurso.
Convencidos todos los países involucrados en el tema (incluida Yugoslavia, que se incorporó mas tarde) de que éste era el camino a seguir, el torneo juvenil de Pascua poco a poco se convirtió en un “clásico” y viajó por los seis países en una rotación sistemática: Nápoles (1967), Marsella (1968), Berlín (1969), Belgrado (1970), Rótterdam (1971), Barcelona (1972), Génova (1973), La Rochelle (1974), Heidelberg (1975), Sibenik (1976), etc.
Para España, los comienzos fueron duros pero también llegó a disfrutar de la victoria, primero en Belgrado y después en La Rochelle. En cualquier caso, esta competición resultó estratégica y en ella se forjaron los mejores jugadores de nuestro país.
En la foto tenemos a la formación española que tomó parte en esta primera edición del Trofeo Juvenil de Pascua compuesta por, de izquierda a derecha, de pie: Guillem Llimós, Agustí Codera, Josep Oriol Humet, Joan Escartín, Joan Rubio, y Carles Hernández. Agachados: Francesc Sabaté, Lluís García, Josep Padrós, Carles Bernal y Francesc Batalla.