Real Federación Española de Natación
10/09/2008 às 00:00
CENTENARIO DEL WATERPOLO ESPAÑOL - 13 enero 1991. LA SELECCIÓN ESPAÑOLA SE PROCLAMA SUB-CAMPEONA DEL MUNDO EN PERTH (AUSTRALIA)
Los Campeonatos del Mundo de 1990 se retrasaron hasta enero de 1991 para ajustarlos al calendario veraniego de Australia que, como todos sabemos, se encuentras en las antípodas de España.
Y las noticias de waterpolo que nos llegaban de Perth en aquel principio de año nos tenían asombrados, tanto en sentido negativo (perder el primer partido contra Yugoslavia por un descorazonador 3-8), como en sentido positivo (ganar a China por 21-9 y a Rumania por 12-10 en los restantes encuentros de la fase preliminar y a Italia y a la Unión Soviética –dos rivales difíciles de pelar– por 8-7 y 7-4, respectivamente, en cuartos de final.
Hungría, nuestra particular bestia negra, también era derrotada en una comprometida semifinal (9 a 8). Pero para jugar por el título volvíamos a tener enfrente a los yugoslavos, que nos habían vapuleado en la primera jornada. Sin embargo, la historia de este partido fue muy diferente y aunque vencedores al fin y al cabo, los eslavos tuvieron que luchar mucho más para conseguir una diferencia mínima de 8 a 7 a su favor.
España había conseguido una valiosísima e inédita medalla de plata que estaba muy lejos de sus posibilidades tan sólo dos años atrás.
En la foto el equipo de España que, de la mano de Dragan Matutinovic, logró el éxito más importante del waterpolo español de todos los tiempos De izquierda a derecha, de pie: Pere Robert (delegado), Josep Guerrero (fisio), Manel Estiarte, Salvador Gómez, Jesús Rollán, Miguel Ángel Oca, Manuel Silvestre, Pedro García, Ricardo Sánchez, Dragan Matutino-vic (entrenador) y Rafael Aguilar (segundo entrenador). Agachados: Josep Picó, Daniel Ballart, Marcos Antonio Gonzá-lez, Jordi Sans, Joan Valls y Rubén Michavila.
Y las noticias de waterpolo que nos llegaban de Perth en aquel principio de año nos tenían asombrados, tanto en sentido negativo (perder el primer partido contra Yugoslavia por un descorazonador 3-8), como en sentido positivo (ganar a China por 21-9 y a Rumania por 12-10 en los restantes encuentros de la fase preliminar y a Italia y a la Unión Soviética –dos rivales difíciles de pelar– por 8-7 y 7-4, respectivamente, en cuartos de final.
Hungría, nuestra particular bestia negra, también era derrotada en una comprometida semifinal (9 a 8). Pero para jugar por el título volvíamos a tener enfrente a los yugoslavos, que nos habían vapuleado en la primera jornada. Sin embargo, la historia de este partido fue muy diferente y aunque vencedores al fin y al cabo, los eslavos tuvieron que luchar mucho más para conseguir una diferencia mínima de 8 a 7 a su favor.
España había conseguido una valiosísima e inédita medalla de plata que estaba muy lejos de sus posibilidades tan sólo dos años atrás.
En la foto el equipo de España que, de la mano de Dragan Matutinovic, logró el éxito más importante del waterpolo español de todos los tiempos De izquierda a derecha, de pie: Pere Robert (delegado), Josep Guerrero (fisio), Manel Estiarte, Salvador Gómez, Jesús Rollán, Miguel Ángel Oca, Manuel Silvestre, Pedro García, Ricardo Sánchez, Dragan Matutino-vic (entrenador) y Rafael Aguilar (segundo entrenador). Agachados: Josep Picó, Daniel Ballart, Marcos Antonio Gonzá-lez, Jordi Sans, Joan Valls y Rubén Michavila.