Real Federación Española de Natación
19/11/2008 às 00:00
CENTENARIO DEL WATERPOLO ESPAÑOL - 29 julio 2001. ESPAÑA RENUEVA SU TÍTULO DE CAMPEONA DEL MUNDO EN FUKUOKA (JAPÓN)
La selección española de waterpolo, tras realizar la más impecable competición de su historia y contar por victorias los siete encuentros disputados en las fases: preliminar, cuartos y semis se disponía a jugar, por cuarta vez consecutiva, la final de los Campeonatos del Mundo.
En el partido semifinal, Joan Jané ya había dispuesto un sistema defensivo que los italianos, sorprendidos, no fueron capaces de perforar más que en dos ocasiones (4-2). Y la misma táctica empleada en la final contra los yugoslavos, permitía repetir un resultado que rompía todos los esquemas del waterpolo moderno y dejaba boquiabiertos a los fabulosos tiradores balcánicos.
De esta manera el equipo español, sin Estiarte, sin Sans y sin Pedro García, tres piezas esenciales del “núcleo duro” de la selección en sus éxitos: olímpico (1996) y mundialista (1998), repetía un triunfo muy meritorio que despertaba los más encendidos elogios.
Y una paradoja: en el país de la tecnología, en el acto de premiación resultó que la organización no tenía a mano el himno español y para salir del apuro, nuestros campeones fueron invitados a cantarlo, ignorando que el himno no tenía letra… Así que sólo pudieron tararearlo…
En la foto, la formación española que, en Fukuoka ’01, revalidó el título mundialista. De izquierda a derecha, en segunda fila: Gustavo Marcos, Guillermo Molina, Salvador Gómez, Carles Sanz, Iván Ernesto Pérez y Ángel Luís Andreo. En primera fila: Jesús Rollán, Gabriel Hernández, Daniel Ballart, Sergi Pedrerol, Daniel Moro, Iván Moro y Javier Sánchez-Toril.
En el partido semifinal, Joan Jané ya había dispuesto un sistema defensivo que los italianos, sorprendidos, no fueron capaces de perforar más que en dos ocasiones (4-2). Y la misma táctica empleada en la final contra los yugoslavos, permitía repetir un resultado que rompía todos los esquemas del waterpolo moderno y dejaba boquiabiertos a los fabulosos tiradores balcánicos.
De esta manera el equipo español, sin Estiarte, sin Sans y sin Pedro García, tres piezas esenciales del “núcleo duro” de la selección en sus éxitos: olímpico (1996) y mundialista (1998), repetía un triunfo muy meritorio que despertaba los más encendidos elogios.
Y una paradoja: en el país de la tecnología, en el acto de premiación resultó que la organización no tenía a mano el himno español y para salir del apuro, nuestros campeones fueron invitados a cantarlo, ignorando que el himno no tenía letra… Así que sólo pudieron tararearlo…
En la foto, la formación española que, en Fukuoka ’01, revalidó el título mundialista. De izquierda a derecha, en segunda fila: Gustavo Marcos, Guillermo Molina, Salvador Gómez, Carles Sanz, Iván Ernesto Pérez y Ángel Luís Andreo. En primera fila: Jesús Rollán, Gabriel Hernández, Daniel Ballart, Sergi Pedrerol, Daniel Moro, Iván Moro y Javier Sánchez-Toril.
