Real Federación Española de Natación
19/09/2012 às 00:00
Cap.2 Carbonell, relevo de Mengual tras Roma
La medalla de Pekín en Dúo fue muy importante por las presencias, y también por las ausencias. El descarte para aquellos Juegos Olímpicos fue una prometedora jovencita llamada Ona Carbonell (1990), pero a la vez la sincronizada española estaba labrando una estrella en ciernes para un futuro no muy lejano. Antes de esta realidad, el Mundial de Roma 2009, que colocó a España como Mejor Selección Mundial FINA de ese año.
España llegó a la cúspide en los Campeonatos del Mundo de Roma. La plata del dúo Mengual-Fuentes en Pekín 2008 confirmaba a las españolas como gran alternativa a las poderosas “Anastasias” rusas, toda una leyenda mundial. Por eso, no se podía fallar. Y España confirmó los pronósticos en dúo con dos platas en rutina libre y técnica tras las rusas. Ya en suelo italiano estaba haciendo labores de Equipo la joven Ona Carbonell, que iba creciendo a pasos agigantados.
Tanto que la retirada momentánea de la musa española de la sincro, Gemma Mengual, tras el Mundial de Roma para ser mamá precipitó un movimiento en el que Ona Carbonell –hoy subcampeona olímpica- iba a cobrar un protagonismo especial. Aquel paso de Gemma significó de alguna manera el relevo generacional de un equipo con nadadoras muy experimentadas en competiciones y edad que precisaban ayuda des de abajo. Era el turno de ir traspasando galones y reforzar con las juniors más prometedoras del panorama patrio.
Y así como el relevo generacional de 2010, un año marcado por los Europeos de Budapest y que iba a ser clave en esta transición para mantener el estatus internacional. Si ya Roma fue una prueba de fuego para Marga Crespi, Paula Klamburg, Clara Basiana, Cristina Salvador o Irene Montrucchio, también era el epílogo de la generación Mengual, rodeada de espectaculares deportistas como Irina Rodríguez, Gisela Morón o Raquel Corral.
Ona Carbonell dio en Budapest el primer paso hacia Londres
En Budapest 2010, el nuevo dúo Andrea Fuentes-Ona Carbonell se adjudicaba la plata tras Rusia y por delante de la prometedora Ucrania. Andrea se erigía como la líder natural, por experiencia y edad, de un dúo que funcionó con mucha química y en el que el mundo de la sincronizada había puesto todas sus miradas ante la ausencia de una Gemma Mengual que durante 15 años había estado en primera línea de combate.
No fue fácil Budapest para Fuentes-Carbonell en esta prueba olímpica. No solo por el debut de esta pareja artística y por abrir la competición además, también por los cambios en el reglamento para unificar criterios arbitrales y por un ejercicio, Palomitas de maíz, que no acabó de entusiasmar a los jueces y que incluso tuvo una nota de 9.3 en la preliminar. Pese a ello, España se aseguró la plata en tierra de nadie (96.700 puntos) entre Rusia (98.700) y Ucrania (93.400). Pero de Isla Margarita salió un jugoso debate a tres bandas en busca de la pareja olímpica de Londres 2012 a dos años vista de los Juegos.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN)
Este miércoles: Cap. 3 Fuentes-Carbonell, la batalla de Shanghai
España llegó a la cúspide en los Campeonatos del Mundo de Roma. La plata del dúo Mengual-Fuentes en Pekín 2008 confirmaba a las españolas como gran alternativa a las poderosas “Anastasias” rusas, toda una leyenda mundial. Por eso, no se podía fallar. Y España confirmó los pronósticos en dúo con dos platas en rutina libre y técnica tras las rusas. Ya en suelo italiano estaba haciendo labores de Equipo la joven Ona Carbonell, que iba creciendo a pasos agigantados.
Tanto que la retirada momentánea de la musa española de la sincro, Gemma Mengual, tras el Mundial de Roma para ser mamá precipitó un movimiento en el que Ona Carbonell –hoy subcampeona olímpica- iba a cobrar un protagonismo especial. Aquel paso de Gemma significó de alguna manera el relevo generacional de un equipo con nadadoras muy experimentadas en competiciones y edad que precisaban ayuda des de abajo. Era el turno de ir traspasando galones y reforzar con las juniors más prometedoras del panorama patrio.
Y así como el relevo generacional de 2010, un año marcado por los Europeos de Budapest y que iba a ser clave en esta transición para mantener el estatus internacional. Si ya Roma fue una prueba de fuego para Marga Crespi, Paula Klamburg, Clara Basiana, Cristina Salvador o Irene Montrucchio, también era el epílogo de la generación Mengual, rodeada de espectaculares deportistas como Irina Rodríguez, Gisela Morón o Raquel Corral.
Ona Carbonell dio en Budapest el primer paso hacia Londres
En Budapest 2010, el nuevo dúo Andrea Fuentes-Ona Carbonell se adjudicaba la plata tras Rusia y por delante de la prometedora Ucrania. Andrea se erigía como la líder natural, por experiencia y edad, de un dúo que funcionó con mucha química y en el que el mundo de la sincronizada había puesto todas sus miradas ante la ausencia de una Gemma Mengual que durante 15 años había estado en primera línea de combate.
No fue fácil Budapest para Fuentes-Carbonell en esta prueba olímpica. No solo por el debut de esta pareja artística y por abrir la competición además, también por los cambios en el reglamento para unificar criterios arbitrales y por un ejercicio, Palomitas de maíz, que no acabó de entusiasmar a los jueces y que incluso tuvo una nota de 9.3 en la preliminar. Pese a ello, España se aseguró la plata en tierra de nadie (96.700 puntos) entre Rusia (98.700) y Ucrania (93.400). Pero de Isla Margarita salió un jugoso debate a tres bandas en busca de la pareja olímpica de Londres 2012 a dos años vista de los Juegos.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN)
Este miércoles: Cap. 3 Fuentes-Carbonell, la batalla de Shanghai
