Real Federación Española de Natación
03/10/2013 às 00:00
Cap.2 El dúo Ona-Marga enfila el segundo podio
SERIAL RFEN.- Un solo día después –más bien unas horas- de la primera medalla de bronce de Ona Carbonell en Solo técnico, el dúo español formado por ella misma y por Marga Crespí estaba “picando piedra” desde por la mañana en busca del segundo metal precioso para la delegación RFEN. Llegó de nuevo por la tarde, en el Palau Sant Jordi, para jolgorio de un público hambriento de medallas y, sobre todo, de fuertes sensaciones.
En realidad, este dúo nació en febrero de 2013, tras la marcha de Andrea Fuentes. Poco menos de cinco meses para conocerse y trabajar intensamente en el fortín de San Cugat, el centro de operaciones. La dificultad, sin duda, era mayúscula. Pero este colectivo está acostumbrado a sinuosos retos como el de un Mundial en casa.
¿Preocupaba la situación? Por supuesto, no se puede ocultar que un deporte donde tanto influye la técnica, la sincronización, la música, las coreografías, el conocimiento de la deportista por parte de los jueces internacionales,… necesita de un tiempo que España, obviamente, no tenía.
El trabajo de Ona y Marga, en este sentido, fue realmente espectacular. Y fue dando sus pequeños frutos en Japón, en Brasil o en Torrevieja. Justo hasta ese domingo 21 de julio de 2013 en el que nos situamos en la Preliminar de Dúo técnico del Mundial BCN2013, Palau Sant Jordi. De nuevo los 97 puntos de Rusia pesan como una losa en el resto. Su declaración de intenciones es rotunda: “No nos vamos sin los siete oros”. Conscientes todos de ello –para qué negar la evidencia-, España iba a hacer su Mundial, de ahí que las miradas de técnicos y aficionados estuviesen puestas en la China imperial.
Las orientales no fallaron y se fueron a 94,800 puntos, por los 93,900 de España. Casi un punto de distancia de Ona-Marga para la tarde. Misma rutina del día anterior con la marcha al hotel para el protocolo de apoyo establecido. En un día en el que la ya legendaria (¡que antiguo suena!) Andrea Fuentes pasó por el stand de televisión de RFENTV antes de la final de Dúo técnico para decir: “Apuesto una mano, un pie o lo que sea a que ganamos siete medallas en el Mundial”. Tal fue la confianza y apoyo de Andrew a sus ex compañeras y amigas que este empuje, junto a otras alianzas técnicas y emocionales como las de Virginie Dedieu o Gemma Mengual, resultaría decisivo en el EQUIPO.
La final era para disfrutar, pero allí en realidad no disfrutamos nadie porque todo el público contenía la respiración. Y es que los aficionados de la sincro saben tanto de su deporte que para ellos cualquier detalle: orden de salida, mérito técnico, coreografía, estética, jueces,… es realmente determinante en este deporte. Y no se confunden, no.
UNA PIEZA FLAMENCA, ÚNICA
El zapateado de Flora Albaicín es una pieza única, que si alguien debe interpretarla en el agua, esa es España. Antes con Andrea-Ona, ahora con Ona-Marga. El orden de los factores no altera un producto acabado, completo, flamenco, vertiginoso por momentos. Aun así, no sirvió para ganar la plata porque, sencillamente, China mejoró la nota de la mañana y las nuestras también, pero con escaso margen. El oro lo atraparon desde primera hora del día las Svetlanas (Romashina y Kolesnichenko), que siempre viajan en sexta, y la plata las chinas Tingting Jiang y Wenwen Jiang, así que el bronce era una grandísima medalla, pero un poco aplacada por unas notas que no alcanzaban a rebasar los 94 puntos.
En la zona mixta había satisfacción por cantar y contar la segunda medalla española en el Mundial pero en todos los periodistas españoles se notaba una mueca de insatisfacción por la nota y porque China se aferraba sin reparos a la plata, su segunda plata. En cualquier otro país, la segunda medalla en sincronizada sería fiesta nacional y apertura de telediarios, pero aquí estamos tan mal acostumbrados que siempre queremos más, hasta los imposibles. Y claro, ahora es cuando los escasos cinco meses de preparación cobran todo el sentido para decir: España alcanza su máximo objetivo en Dúo técnico, un podio en el Mundial.
De nuevo zona mixta, entrevistas a la carrera y marcha para el hotel. Había que dormir las pocas horas que dejaba el calendario para acometer la tercera prueba técnica, la de Equipo, donde no estaba inscrita China, aunque sí la siempre acechante Ucrania. Ona respiraba aire fresco: segundo día, segunda medalla. No podía dejar mal a Andrea. Pero claro, ¿cómo hacerse con siete medallas en otros tantos días? ¿Daría de sí físicamente? ¿Y mentalmente? Muchas preguntas y muchas incógnitas aún por resolver…
Próximo capítulo: 3. Tercera medalla: Equipo Técnico
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN – BCN2013). Fotos: Ona Carbonell-Marga Crespí (Dúo técnico) / Quintín García ©
En realidad, este dúo nació en febrero de 2013, tras la marcha de Andrea Fuentes. Poco menos de cinco meses para conocerse y trabajar intensamente en el fortín de San Cugat, el centro de operaciones. La dificultad, sin duda, era mayúscula. Pero este colectivo está acostumbrado a sinuosos retos como el de un Mundial en casa.
¿Preocupaba la situación? Por supuesto, no se puede ocultar que un deporte donde tanto influye la técnica, la sincronización, la música, las coreografías, el conocimiento de la deportista por parte de los jueces internacionales,… necesita de un tiempo que España, obviamente, no tenía.
El trabajo de Ona y Marga, en este sentido, fue realmente espectacular. Y fue dando sus pequeños frutos en Japón, en Brasil o en Torrevieja. Justo hasta ese domingo 21 de julio de 2013 en el que nos situamos en la Preliminar de Dúo técnico del Mundial BCN2013, Palau Sant Jordi. De nuevo los 97 puntos de Rusia pesan como una losa en el resto. Su declaración de intenciones es rotunda: “No nos vamos sin los siete oros”. Conscientes todos de ello –para qué negar la evidencia-, España iba a hacer su Mundial, de ahí que las miradas de técnicos y aficionados estuviesen puestas en la China imperial.
Las orientales no fallaron y se fueron a 94,800 puntos, por los 93,900 de España. Casi un punto de distancia de Ona-Marga para la tarde. Misma rutina del día anterior con la marcha al hotel para el protocolo de apoyo establecido. En un día en el que la ya legendaria (¡que antiguo suena!) Andrea Fuentes pasó por el stand de televisión de RFENTV antes de la final de Dúo técnico para decir: “Apuesto una mano, un pie o lo que sea a que ganamos siete medallas en el Mundial”. Tal fue la confianza y apoyo de Andrew a sus ex compañeras y amigas que este empuje, junto a otras alianzas técnicas y emocionales como las de Virginie Dedieu o Gemma Mengual, resultaría decisivo en el EQUIPO.
La final era para disfrutar, pero allí en realidad no disfrutamos nadie porque todo el público contenía la respiración. Y es que los aficionados de la sincro saben tanto de su deporte que para ellos cualquier detalle: orden de salida, mérito técnico, coreografía, estética, jueces,… es realmente determinante en este deporte. Y no se confunden, no.
UNA PIEZA FLAMENCA, ÚNICA
El zapateado de Flora Albaicín es una pieza única, que si alguien debe interpretarla en el agua, esa es España. Antes con Andrea-Ona, ahora con Ona-Marga. El orden de los factores no altera un producto acabado, completo, flamenco, vertiginoso por momentos. Aun así, no sirvió para ganar la plata porque, sencillamente, China mejoró la nota de la mañana y las nuestras también, pero con escaso margen. El oro lo atraparon desde primera hora del día las Svetlanas (Romashina y Kolesnichenko), que siempre viajan en sexta, y la plata las chinas Tingting Jiang y Wenwen Jiang, así que el bronce era una grandísima medalla, pero un poco aplacada por unas notas que no alcanzaban a rebasar los 94 puntos.
En la zona mixta había satisfacción por cantar y contar la segunda medalla española en el Mundial pero en todos los periodistas españoles se notaba una mueca de insatisfacción por la nota y porque China se aferraba sin reparos a la plata, su segunda plata. En cualquier otro país, la segunda medalla en sincronizada sería fiesta nacional y apertura de telediarios, pero aquí estamos tan mal acostumbrados que siempre queremos más, hasta los imposibles. Y claro, ahora es cuando los escasos cinco meses de preparación cobran todo el sentido para decir: España alcanza su máximo objetivo en Dúo técnico, un podio en el Mundial.
De nuevo zona mixta, entrevistas a la carrera y marcha para el hotel. Había que dormir las pocas horas que dejaba el calendario para acometer la tercera prueba técnica, la de Equipo, donde no estaba inscrita China, aunque sí la siempre acechante Ucrania. Ona respiraba aire fresco: segundo día, segunda medalla. No podía dejar mal a Andrea. Pero claro, ¿cómo hacerse con siete medallas en otros tantos días? ¿Daría de sí físicamente? ¿Y mentalmente? Muchas preguntas y muchas incógnitas aún por resolver…
Próximo capítulo: 3. Tercera medalla: Equipo Técnico
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN – BCN2013). Fotos: Ona Carbonell-Marga Crespí (Dúo técnico) / Quintín García ©
