Once nadadores españoles nos representaron hace 57 años en los JJOO de Tokyo 1964

No, no teníamos dos equipos de waterpolo aspirantes al oro como ahora. Tampoco saltadores, ni estrellas sincronizadas, ni siquiera jabatos que surcaran las aguas abiertas. Pero sí teníamos a once nadadores que hicieron historia en Tokyo 1964 (10-24 de octubre), no tanto por sus resultados, si no por su espíritu decidido en una España en la que el deporte tenía una trascendencia menor, siendo benévolos con el calificativo. Pero, ¿qué ocurrió en Tokyo hace 57 años? ¿Cómo fueron aquellos JJOO? ¿Qué papel jugó el deporte español? ¿Y nuestros nadadores?... Si algún olímpico actual quiere sumergirse en sus antepasados, que siga leyendo porque aquí tiene algunas respuestas.

Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN Aquatics)

Los de Tokyo 164 fueron los primeros Juegos Olímpicos ‘televisados en color’. Las japoneses se emplearon a fondo para transformar una ciudad y un país donde aún no habían pasado ni veinte años de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. El dinero (3.000 millones de dólares en su día) y el tesón del pueblo japonés transformaron la ciudad y llenaron de vida e ilusión a sus habitantes acogiendo a 93 países en unos JJOO inaugurados por el Emperador Hirohito y marcados por la llegada de la tecnología al deporte (cómputos de tiempos exactos e inclusión de la ‘cámara lenta’).

El papel del deporte español en los JJOO de Tokyo 1964 fue discreto, ya que la ausencia de medallas eclipsó la visibilidad de nustros deportistas en la prensa. La delegación acuática española se redujo a once nadadores: Miquel Torres, Joaquim Pujol, Joan Fortuny, Jesús Cabrera, José Miguel Espinosa, Nazario Padrón, Antonio Pérez Cospedal, Antoni Codina, Isabel Castañé, María Ballesté y Rita Pulido. Todos ellos están en el ‘memorandum del deporte acuático olímpico’ tras competir en la piscina del Gimnasio Metropolitano de Tokyo.

MIQUEL TORRES, LA “GRAN ESPERANZA OLÍMPICA”

Miquel Torres, aquel ‘niño prodigio’ de Roma 60 y nuestra gran esperanza olímpica según los medios de la época caso de AS, fue el mejor español en sus segundos Juegos Olímpicos, en Tokyo. Venía de obtener la plata continental en los Campeonatos de Europa de Leipzig 1962 y el oro en los Juegos del Mediterráneo de 1963, siempre en la prueba de 1.500 libre. Pero los JJOO son algo único, especial, de otra dimensión. Allí, en Tokyo, Torres firmaba la décima plaza en 1.500 libre con un crono de 17.36.0. El nivel fue de otro planeta.

Además, los dos relevos de 4x100 estilos (12º) -Cabrera, Padrón, Pujol y Espinosa-, y 4x200 libre (14º) -Fortuny, Torres, Codina y Pérez Cospedal- consiguieron entrar en el selecto club del Top16, muy meritorio en aquel tiempo. Isabel Castañé obtuvo el mejor resultado femenino con la 16ª plaza en 200 braza (2.55.7), y la 18ª en 400 estilos.

Entre los puestos 17º y 30º (eliminatorias) se colocaron Jesús Cabrera (200 espalda/17º), Nazario Padrón (200 braza/17º), Joan Fortuny (400 estilos/24º) y María Ballesté (100 mariposa/24ª) y Joaquim Pujol (200 mariposa/30º). Y más allá del 30º puesto, José Miguel Espinosa (100 libre/37º), Rita Pulido (100 libre/37ª) y Antonio Pérez Cospedal (100 libre/40º).

Clasificaciones discretas, quizás, como el nivel de un país que progresaba muy lentamente en materia deportiva en relación a naciones de su entorno que ganaban medallas olímpicas en gran medida, caso del Equipo Alemán Unificado (50), Italia (27), Polonia (23), Hungría (22) o Gran Bretaña (18). Pero claro, es totalmente incomparable aquella situación a la de hoy. En todo. En España no había cultura de natación a nivel internacional y nuestros nadadores no eran profesionales, no cobraban por entrenar ni por competir. Solo tenían pagados los viajes y cobraban unas dietas -en moneda del país organizador- para gastar algo y llevar en todo caso algunos regalos a sus familiares, como relató en su día la propia Rita Pulido.

JOAQUIM PUJOL Y LA PISCINA OLÍMPICA DE TOKYO

Pero si a algún nadador le marcó su participación en los JJOO de Tokyo, ese fue ‘Quim’ Pujol, afamado arquitecto y actual chairman de de la Comisión de Instalaciones de la FINA, el cuál afirmó que quedó “prendado” de la Piscina Olímpica de Tokyo en 1964: “Ver aquella piscina me dejó sin habla de lo increíble que era”.

Aquel suceso “influyó mucho en lo que es la trayectoria profesional de mi vida”, tanto que al volver, y sin vocación alguna, se matriculó en la Escuela de Arquitectura y, más de 50 años después, el Estadio Acuático de Río, sede de los JJOO en 2016, lleva su firma profesional. Pujol fue a unos Juegos y acabó encontrando el sentido profesional de su vida.

La pancartas de hoy, año 2021, en las calles de Tokyo, han causado un gran impacto emocional a sus habitantes más longevos, ya que el rojo oscuro sobre el blanco con la leyenda Tokyo 2020 en color oro toca la fibra más profunda de las familias tradicionales japonesas. Una vez más, Japón quiere sobreponerse con unos Juegos a la gran ‘bomba atómica’ de este siglo que nos ha tocado vivir, la Covid-19 y sus efectos pandémicos.

Fotos: Portada: El desfile ianugural de la Delegación Española en Tokyo 1964 y Miquel Torres en 2016 homenajeado por el COE en presencia de Alejandro Blanco y Fernando Carpena. Abajo: 1- Imagen oficial de los JJOO de Tokyo 1964. 2- Miquel Torres, a la izqda. en el podio del Europeo de Leipzig 62 (plata) a dos años de los JJOO. 3- María Ballesté, Isabel Castañé y Rita Pulido, las tres nadadoras españolas en Tokyo 1964. 4- La antorcha olímpica en el Estadio de Tokyo. 5- La piscina olímpica del Gimnasio Metropollitano de Tokyo en 1964. 6- Una salida de Rit Pulido en JJOO refljada en prensa (ABC). 7- Homenaje del COE a Miquel Torres en 2016 junto a Blanco y Carpena; 8- Insignia del COE a Quim Pujol en 2021, junto a Blanco y Carpena. RFEN