Real Federación Española de Natación
31/07/2012 an 00:00
¿Se debe utilizar la tecnología en el deporte?
La pregunta inunda las redes sociales, sobre todo tras el gol de España en Waterpolo ante Croacia que dio el juez de línea pero que no concedió el árbitro principal. ¿Una polémica evitable? ¿A alguien le interesa que 10.000 espectadores abucheen y griten !Tongo! Deben "rearbitrar" el deporte las máquinas? En este reportaje hemos querido hacernos estas preguntas y dar un poco de luz.
Iván Pérez, que aún sigue jugando a los 41 después de muchos años de muchas situaciones en el agua, dijo hoy: “así está este deporte”. Vaya por delante que los árbitros son humanos y se van a equivocar lo mismo que un técnico, un deportista e incluso un espectador. Tan respetable como las propias reglas del deporte. Pero, ante un caso polémico o de discrepancia humana, ¿es posible aplicar la tecnología?
El football es un claro ejemplo de ello sin renunciar al componente humano de regulación de la competición y respeto por las reglas del juego. En EEUU lo utilizan desde 1986. También lo son deportes como el ciclismo, el atletismo y la natación, que emplean avanzados sistemas de medición del tiempo y células fotoeléctricas para dirimir diferencias no perceptibles por el ojo humano.
En la natación, pese a que se eliminaron los bañadores de poliuretano al considerarse que suponían una mejora industrial para el nadador, la piscina del Centro Acuático de Londres es de un material diferente al hormigón para minimizar el oleaje y disipar la energía que los nadadores proyectan en su trabajo en el agua. Además, cada pieza de cada corchera es independiente y gira sobre el clave en el que va montada de tal forma que absorbe parte de le energía transmitida por las olas y reduce el paso de las mismas a la calle de al lado.
SÍ EN OTROS DEPORTES
También en la NBA, y próximamente en la Euroliga de baloncesto, se visualizan las jugadas dudosas en los dos últimos minutos de partido por parte de los árbitros. Por no hablar del tenis, que desde el 2005 utiliza el archiconocido Ojo de Halcón para jugadas donde la bola no se marca en la pista. Tecnología que por cierto ha aprobado el fútbol este mes a través de la International Football Association Board (IFAB) con dos sistemas: ojo de halcón y el balón inteligente.
En otros deportes como el fútbol sala, el balonmano o el waterpolo –caso que hoy ocupa la atención mediática mundial- no hay ojo de halcón aunque pantallas gigantes puedan hacer pasar a algún profesional por situaciones cuando menos humillantes. Y cuando en el torneo olímpico de waterpolo ha puesto en marcha la tecnología de las líneas laser de 2 y 4 metros. Con más motivo un gol que te puede dejar sin medalla olímpica y a los deportistas sin un sueño. ¿Tecnología en el deporte? Habrá que esperar…
Rodrigo Gil-Sabio (COMRFEN ESP. JJOO Londres 2012). Foto: Rafa Aguilar le pide al árbitro principal que mire la pantalla mientras los waterpolistas españoles piden explicaciones a la mesa / Nacho Casares (COE)
Iván Pérez, que aún sigue jugando a los 41 después de muchos años de muchas situaciones en el agua, dijo hoy: “así está este deporte”. Vaya por delante que los árbitros son humanos y se van a equivocar lo mismo que un técnico, un deportista e incluso un espectador. Tan respetable como las propias reglas del deporte. Pero, ante un caso polémico o de discrepancia humana, ¿es posible aplicar la tecnología?
El football es un claro ejemplo de ello sin renunciar al componente humano de regulación de la competición y respeto por las reglas del juego. En EEUU lo utilizan desde 1986. También lo son deportes como el ciclismo, el atletismo y la natación, que emplean avanzados sistemas de medición del tiempo y células fotoeléctricas para dirimir diferencias no perceptibles por el ojo humano.
En la natación, pese a que se eliminaron los bañadores de poliuretano al considerarse que suponían una mejora industrial para el nadador, la piscina del Centro Acuático de Londres es de un material diferente al hormigón para minimizar el oleaje y disipar la energía que los nadadores proyectan en su trabajo en el agua. Además, cada pieza de cada corchera es independiente y gira sobre el clave en el que va montada de tal forma que absorbe parte de le energía transmitida por las olas y reduce el paso de las mismas a la calle de al lado.
SÍ EN OTROS DEPORTES
También en la NBA, y próximamente en la Euroliga de baloncesto, se visualizan las jugadas dudosas en los dos últimos minutos de partido por parte de los árbitros. Por no hablar del tenis, que desde el 2005 utiliza el archiconocido Ojo de Halcón para jugadas donde la bola no se marca en la pista. Tecnología que por cierto ha aprobado el fútbol este mes a través de la International Football Association Board (IFAB) con dos sistemas: ojo de halcón y el balón inteligente.
En otros deportes como el fútbol sala, el balonmano o el waterpolo –caso que hoy ocupa la atención mediática mundial- no hay ojo de halcón aunque pantallas gigantes puedan hacer pasar a algún profesional por situaciones cuando menos humillantes. Y cuando en el torneo olímpico de waterpolo ha puesto en marcha la tecnología de las líneas laser de 2 y 4 metros. Con más motivo un gol que te puede dejar sin medalla olímpica y a los deportistas sin un sueño. ¿Tecnología en el deporte? Habrá que esperar…
Rodrigo Gil-Sabio (COMRFEN ESP. JJOO Londres 2012). Foto: Rafa Aguilar le pide al árbitro principal que mire la pantalla mientras los waterpolistas españoles piden explicaciones a la mesa / Nacho Casares (COE)
