SPLIT 2022 / España cae en la emboscada magiar y luchará por el bronce europeo
España perdió una gran batalla deportiva y no pudo llegar a la batalla final. En esta ocasión, ante un coloso ejército magiar que, al igual que los lanceros medievales, lanzaba proyectiles en la portería de un Unai Aguirre, de nuevo protegido hasta la extenuación por el cuerpo naval español. Pero perdimos. La ansiedad y el todo por ganar de los húngaros fueron claves. No perdimos por nuestro estilo de juego, ese que nos ha llevado a ser campeones del Mundo, perdimos porque en el último cuarto Hungría (3-0) se envolvió de una euforia patriótica con un Vogel estelar que nos sacó de la final ¡Vamos, España, a levantarse y a por el bronce!
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN. Enviado especial a Split-Croacia)
Nada más empezar, España desaprovechó un penalty tras rebasar la defensa zonal magiar, pero Granados no es un hombre de tropezar dos veces y a la segunda ajustó bien al palo para poner en ventaja a España. Empató Nemet, pero Sanahuja por fin sacó ese martillo letal que tiene por brazo, ante un Vogel inerte, y eso que es un portero eléctrico y emocional como pocos, bueno como Unai, que empezaba a calentar motores en la portería. De hecho, le sacó una a Nemet a bocajarro a los 5 minutos de empezar… 2-3 al primer cuarto. El partido estaba cocinándose.
Sortear las dos defensas era algo harto complicado. Lo consiguió Tahull, a los 4 minutos del segundo cuarto, y Hungría, de penalty. Había que seguir cosiendo el hilo del partido con precisión. Dos goles seguidos de Manhercz, con fortuna ambos, nos empataron el choque (4-4), pero esta España balcanizada es implacable en la respuesta (Granados). Nagy cogió el testigo de Manhercz y, con dos zambombazos, ponía a Hungría por delante. Y Burian colocaba un inquietante 2 a favor (7-5) por donde no había hueco en las postrimerías del descanso.
Mucho trabajo por hacer en la segunda mitad porque a los húngaros les estaba entrando todo. Desde luego, tiene guasa que David Martín tuviese que dar las instrucciones del descanso largo con la ‘Macarena’ de Los del Río a toda pastilla aquí en el Spaladium Arena de Split. Esto y lo de la mascota Roko tirando besos a la afición. Ninguna gracia. Dicha la pataleta, había que salir a buscar la final. Granados golpeó primero y Munárriz después con un ‘chandrío’ navarro que Vogel -casi en estado de gracia hoy- no pudo atajar. Eso iba a más de 100km/hora.
Buenas noticias para el último cuarto porque España había neutralizado en el tercero la ventaja magiar (7-5), para empatar el partido. Faltaba el desenlace: 8 minutos para el camino del oro, o del bronce. Apareció Zalanki para poner más épica la cosa. Y Nagy lo ponía en chino (9-7, a 4,03). Habian consumado la emboscada. No pudo ser, y no fue en una noche triste para nuestro waterpolo. Pero nos consuela levantarnos mañana a preparar el bronce.
Foto: España, en un último cuarto de una gran Hungría, se vio apeada de la final europea / (c) Deepbluemedia (Servicio especial para RFEN)
