Real Federación Española de Natación
12/03/2008 at 00:00
CENTENARIO DEL WATERPOLO ESPAÑOL - 1 octubre 2004. RELEVO JOAN JANÉ-RAFAEL AGUILAR EN LA DIRECCIÓN TÉCNICA DE LA SELECCIÓN NACIONAL MASCULINA
Las últimas actuaciones de la selección nacional masculina venían acusando el desgaste propio de los diez años jugando al máximo nivel. Y su gestor, Joan Jané, se resistía (quizás por solidaridad con aquellos que había acaudillado) a hacer el relevo generacional que el momento demandaba.
Ante esta situación y dado que el contrato con Joan Jané había expirado, la División de Waterpolo optó por lo más conveniente: buscar una la persona capaz de suplir a este gran técnico. Afortunadamente, esta persona estaba muy cerca y, por lo tanto, el relevo se pudo hacer sin vacilaciones y sin que se produjesen vacíos de poder. Se trataba de Rafael Aguilar Morillo, nacido en Terrassa el año 1961 que, en el momento del relevo, estaba compaginando las labores de entrenador del primer equipo del Club Natació Terrassa con las de técnico de la selección nacional júnior.
Como jugador, “Rafa” había sido 134 veces internacional en el periodo 1981-1984; campeón de Europa Júnior en Sittard ’80; medalla de bronce en el Europeo de Roma ’83, y olímpico en Los Ángeles ’84. Y como entrenador, había sido segundo de Dragan Matutinovic (1990-1993); se había enrolado en su Club de siempre, el Terrassa, en 1994 y, como decimos, había colaborado con la RFEN en la preparación y dirección de las selecciones nacionales juveniles y júnior.
Ante la responsabilidad que adquiría y el comprometido trabajo que se le venía encima, al tomar posesión de su cargo “Rafa” manifestó que las medallas tardarían en llegar. Pero se equivocó: en 2005 consiguió el oro en los Juegos Mediterráneos de Almería; en 2006 la plata en la Liga Mundial y el bronce en la Copa del Mundo y en los Campeonatos de Europa de Belgrado, y en 2007, el bronce en los Campeonatos del Mundo de Melbourne. Y todo ello con una selección prácticamente nuevo.
En la foto, Rafael Aguilar Morillo aleccionando a sus jugadores. Su experiencia como jugador y como técnico daba el perfil que la División de Waterpolo de la RFEN buscaba para relevar a Joan Jané al frente de la selección nacional. Los resultados conseguidos por “Rafa” en menos de tres años acreditan la bondad de la elección.
Ante esta situación y dado que el contrato con Joan Jané había expirado, la División de Waterpolo optó por lo más conveniente: buscar una la persona capaz de suplir a este gran técnico. Afortunadamente, esta persona estaba muy cerca y, por lo tanto, el relevo se pudo hacer sin vacilaciones y sin que se produjesen vacíos de poder. Se trataba de Rafael Aguilar Morillo, nacido en Terrassa el año 1961 que, en el momento del relevo, estaba compaginando las labores de entrenador del primer equipo del Club Natació Terrassa con las de técnico de la selección nacional júnior.
Como jugador, “Rafa” había sido 134 veces internacional en el periodo 1981-1984; campeón de Europa Júnior en Sittard ’80; medalla de bronce en el Europeo de Roma ’83, y olímpico en Los Ángeles ’84. Y como entrenador, había sido segundo de Dragan Matutinovic (1990-1993); se había enrolado en su Club de siempre, el Terrassa, en 1994 y, como decimos, había colaborado con la RFEN en la preparación y dirección de las selecciones nacionales juveniles y júnior.
Ante la responsabilidad que adquiría y el comprometido trabajo que se le venía encima, al tomar posesión de su cargo “Rafa” manifestó que las medallas tardarían en llegar. Pero se equivocó: en 2005 consiguió el oro en los Juegos Mediterráneos de Almería; en 2006 la plata en la Liga Mundial y el bronce en la Copa del Mundo y en los Campeonatos de Europa de Belgrado, y en 2007, el bronce en los Campeonatos del Mundo de Melbourne. Y todo ello con una selección prácticamente nuevo.
En la foto, Rafael Aguilar Morillo aleccionando a sus jugadores. Su experiencia como jugador y como técnico daba el perfil que la División de Waterpolo de la RFEN buscaba para relevar a Joan Jané al frente de la selección nacional. Los resultados conseguidos por “Rafa” en menos de tres años acreditan la bondad de la elección.