Hermanos dentro y fuera de las piscinas

Una relación de sangre es algo indestructible. Nadie conoce mejor a su hermana o hermano que uno mismo y, a veces, no sólo se comparte familia y techo, sino que el nexo puede trascender más allá de una relación de convivencia. Es el caso del gran número de hermanos y hermanas que comparten su pasión por el waterpolo, lo practican al máximo nivel e, incluso, defienden unos mismos colores. Hermanos de sangre y de gorro y bañador.
Hay muchos tipos de lazos, de nexos y de uniones entre hermanos en el waterpolo español. Los hay que comparten vestuario, otros que han cruzado el charco juntos para probar suerte en nuestro país, algunos que por razones obvias (chico-chica) no han podido defender unos mismos colores, pero a los que sí les une la pasión por este deporte y lo practican al máximo nivel, etc. Vamos a repasar las parejas (no todas, porque hay muchas) más emblemáticas de nuestro waterpolo.


Tres parejas de hermanos hay en el Canoe: los Lorrio, los Bustos y los Acosta

Un primer grupo, y más numeroso, lo forman las parejas de hermanos que juegan en un mismo equipo. Hay multitud de casos, concretamente 15. Sin duda el más peculiar lo encontramos en el Real Canoe NC-Isostar. Allí conviven hasta tres parejas de hermanos: Eduardo y Marcos Lorrio, Alejandro y José Javier Bustos y Daniel y David Acosta. Estamos hablando de casi la mitad de la plantilla.

En el CN Catalunya juegan dos parejas de hermanos: Sergi y Albert Clols y Gerard y Sergi Trilles. En la ciudad condal, en el barrio de Poble Nou, encontramos a Francisco y Miguel Ángel Molina. El internacional Sergi Cabanas juega en el CN Sabadell con su hermano mayor Víctor. Jaime y Fermín Arriazu hacen lo propio en el CD Waterpolo Navarra.

Sergi Cabanas, internacional, juega en el CN Sabadell con su hermano Víctor



En el apartado femenino, las hermanas Gerschcovsky, argentinas, defienden los colores del CN Rubí. Andrea y Raquel Corao hacen lo propio en la Escuela Wat. Zaragoza, mientras que Anna y Raquel Roldán comparten vestuario en Terrassa. En el CN Mataró La Sirena juegan Aina y Alba Bonamusa. En la capital, Inés y Marta Ojeda coinciden en la AR Concepción-Cdad. Lineal. Por último en el CW Dos Hermanas (valga la redundancia) conviven ‘dos hermanas’, Laura y Lola Díaz.

Marta Bach juega en el Mataró, los mismos colores que defiende su hermano Pau



Otro grupo lo forman hermanos que comparten su pasión por el waterpolo pero luchan por distintos colores. Es el caso de Gonzalo López-Escibano (CN Atlètic Barceloneta) y su hermana Miriam (CN Cuatro Caminos) o Helena (CN Sant Andreu) y Mario Lloret (CN Poble Nou-Enginyers). Lo mismo sucede con los brasileños Guilherme y Bernardo Oneto. Este es un caso especial, puesto que ambos han aterrizado este curso en España desde Brasil, su país natal, y ahora son rivales; Guilherme juega en el CN Barcelona y Bernardo en el CN Atlètic Barceloneta, a unos pocos metros.

Chalo Echenique tiene a su hermano menor Tomás en el CN Granollers



En versión argentina encontramos a Gonzalo Echenique y a su recién llegado hermano menor Tomás, que evoluciona en el CN Granollers (ya hablamos hace unas semanas de su familia). Clara Espar, pese a encontrarse en Estados Unidos, juega para el CE Mediterrani, mientras que su hermana Anni lo hace en el CN Sabadell-Astralpool. El caso de Marta y Pau Bach es distinto, ya que ambos visten los colores del CN Mataró, pero en distintos géneros, obviamente.

Pueden comprobar que la hermandad, en el waterpolo español, está al orden del día…

Sergi Capdevila (Comunicación RFEN).