SERIAL OLÍMPICO I MOSCÚ'80: El día en que David pudo con el 'Goliath' de la natación olímpica

En 1980, que la natación española ganase una medalla olímpica parecía un relato casi tan epopéyico como la leyenda bíblica del joven David frente al gigante Goliath. Pero David, el nuestro, de apellido López-Zubero, no necesitó una honda sino 55 segundos y 13 centésimas de trabajo e inspiración para tocar un bronce para la historia... Con esta gesta comenzamos en esta web un Serial Olímpico sobre los medallistas acuáticos españoles en los JJOO. Empezamos con David López-Zubero Purcell, el primero en abrir un camino que, 41 después, deseamos revivirlo en Tokyo, si logramos derrotar antes al gigante pandémico que acecha nuestras vidas.

LOS JJOO DEL BOICOT ESTADOUNIDENSE Y OTROS 64 PAÍSES

Quién le iba a decir a David López-Zubero que iba a pasar a la historia de la natación española en aquel verano de 1980 cuando el día de Navidad de 1979 los tanques soviéticos invadían Afganistán, provocando la ira de Estados Unidos: “o retiran los tanques, o retiramos los atletas”. Y, con ellos, Alemania, Japón y un total de 65 países. España finalmente no se sumó al boicot -dato decisivo para David- y compitió en Moscú aunque, en señal de protesta por la política exterior de los organizadores, desfiló con la bandera olímpica, símbolo de la paz entre los pueblos.

Las medidas de seguridad fueron excepcionales dados los antecedentes de Munich’72 y Montreal’76, Juegos estos últimos en los que debutaba un joven David que, 17 años antes, en 1959, nacía en Siracusa (New York) de padre español y madre estadounidense. Siempre quiso nadar por España y fue una decisión absolutamente clave para alcanzar la gloria olímpica que, quizás como estadounidense y con el enorme nivel de USA, probablemente no hubiese sido posible. El mayor de los tres hijos nadadores del oftalmólogo José Luis -David, Julia y Martín- ya estuvo en Montreal y su mejor puesto fue el 12ª en el 4x200 libre junto a Santi Esteva, Fernando Gómez-Reino y Jesús Fuentes. En 1979 obtuvo medallas en la Copa del Mundo de Tokyo y en los Juegos Mediterráneos de Split, pero Moscú eran palabras mayores.

UNOS GLORIOSOS 100 METROS MARIPOSA OLÍMPICOS

Y llegó la gran cita en suelo soviético. El objetivo máximo de la delegación natatoria eran las finales de David y Rafa Escalas. Pero el boicot estadounidense abría una ventana a deportistas como David López-Zubero (CN Metropole), aunque nunca se sabrá qué hubiese pasado sin el boicot americano. Una medalla olímpica es para quien va y la gana, simplemente. David hizo unos Juegos fantásticos en la URSS, vaya por delante, siendo segundo en las eliminatorias de 100 mariposa y tercero en semifinales, donde ganó la primera serie. Las circunstancias le habían puesto ante la oportunidad de su vida. Y no la iba a desaprovechar.

En aquella final había también grandes nadadores y el oro se decidió por dos centésimas entre el sueco Päer Advirsson (54.92) y el alemán oriental Roger Pytell (54.94). Faltaba una plaza en el podio y esa iba a ser para David que, con 55.13 y récord de España incluido, se colgaba un bronce para la leyenda, aunque a decir verdad pasó último el primer 50 (26.57) y fue el mejor en el último (28.56). A David le daría tiempo a disputar sus terceros y últimos Juegos en Los Ángeles’84, con la Guerra Fría aún en pleno apogeo. Después, cuando se retiró, entrenó a su hermano pequeño Martín y todos sabemos lo que pasó en Barcelona’92.

ESPAÑA ROZÓ LA MEDALLA DEL ‘OSITO MISHA’ EN WATERPOLO

Los Juegos del osito Misha, la mascota del olimpismo soviético, vieron como España presentaba a siete nadadores y cinco nadadoras. Además de David (14º en 100 libre), destacó sobremanera el citado Rafael Escalas, sexto en la final de los 1.500 libre del hoy legendario Vladimir Salnikov, y también las finales (8º) del relevo femenino del 4x100 libre de Natàlia Mas, Marga Armengol, Laura Flaqué y Gloria Casado, y del saltador Ricardo Camacho en trampolín de 3 metros.

Pero donde realmente se rozó la que hubiese sido la segunda medalla de la España acuática fue en waterpolo masculino. En la fase final, dos derrotas de la selección de Lolo Ibern por un gol ante los colosos Hungría y Yugoslavia nos dejó con una cuarta plaza, que además se repetiría en Los Ángeles’84 con un Manel Estiarte que arrancaba su leyenda.

España, no obstante, plantó la primera semilla en Moscú en forma de medalla entre corcheras. Un metal con la rúbrica del mayor de los Zubero, convertido en la actualidad en profesor de Matemáticas en Florida. Y es que, a David, las décimas y las centésimas siempre se le dieron de matrícula.

Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN). Fotos: En portada, David López-Zubero recibiendo el bronde olímpico, Abajo, imagen oficial de los JJOO de Moscú'80 y la selección española de waterpolo, diploma olímpico con su cuarto puesto / Archivo CROL.