FUKUOKA 2023 / España se marca un 'Alcaraz' y remonta hasta una medalla de épica
Hay ciertas similitudes entre lo que pasó ayer a 9.394 kilómetros de distancia entre Londres (Final de tenis de Wimbledon) y Fukuoka (Final de artística del Mundial). Carlos Alcaraz perdía 6-1 y las casas de apuestas se venían abajo avanzando su 'black day'. Iris Tió-Alisa Ozhogina (España 9ª en la preliminar) iban terceras tras cuatro participantes, y de los ocho que faltaban por salir al menos cinco debían estar delante si no penalizaban, porque los ocho nos habían superado en la previa. Parecían dos imposibles: el serbio Novak Djokovic y las grandes potencias mundiales de la sincro hostigándonos. David contra Goliath, el sueño contra el poder, la utopía contra la historia...
Horas más tarde, Carlos se desplomaba de felicidad en el tapiz verde de Londres derrotando al coloso, y las españolas en Fukuoka se abrazaban con su entrenadora (Mayu Fujiki) gritando de emoción ante tamañas gestas. Todo en el mismo día, en similares horas, remontando dos imposibles. Alcaraz está destinado a ser un tenista de época; España fue ayer un equipo de épica.
En los momentos más oscuros de ambas finales, el deporte español salió indemne. Puede que sea algo inexplicable, aunque para ser justos estamos convencidos que, al igual de nosotros, el equipo de Carlos Alcaraz ha gestionado cientos de horas aspectos del físico y de la mente que no se ven (trabajo invisible) pero que están ahí y que te van ayudar en los instantes más letales, cuando la gigantesca sombra de tu rival te está acechando y tu cerebro te dice 'tengo que reaccionar o me va a devorar'.
Solo así se entiende que Alcaraz ganase un segundo set clave (7-6), lo que para la 'sincro' era haber superado en los primeros compases de la final a la potente Grecia de Platanioti. El tercer set era la devolución del primero para el murciano (6-1), nuestro equivalente al 'base mark' que sufría la gran favorita China -las campeonas del mundo- y que las colocaba ¡debajo de España! Seguíamos terceras pero sin agua en la piscina, sin plan B...Cualquier país nos echaba ya del podio. Cualquier juego perdido de Carlos era darle alas al 'demonio' del tenis mundial.
SE AGIGANTA DJOKOVIC; NOS VAMOS A LA DUCHA...
En el cuarto set de Wimbledon, Djokovic remontó (6-3) como la gran leyenda que es. En nuestro caso, en Fukuoka, las nuestras se iban a la ducha pensando en la hora de coger el autobús de regreso al hotel porque aún quedaban Israel, Ucrania, Países Bajos, México y Austria. Todos estos países, TODOS, nos habían ganado en la preliminar.
Quedaban el último set en Londres, las últimas participaciones en Fukuoka. Tensión máxima. Alcaraz navega entre la incertidumbre, la locura y el éxtasis. Aquí también nos íbamos volviendo locos, pero de emoción. Cada juego que perdía Djokovic era un rival nuestro que caía: Israel primero, Ucrania (la gran Ucrania de las Aleksiiva), Países Bajos (con las portentosas de Brouwer), el México de Diosdado...
Faltaba rematar la faena hasta el match ball / base mark. Carlos se marca un puntazo de cierre y el último raquetazo de un desesperado Novak se queda en red... Sale Austria en Fukukoka, las hermanas Anna y Eirini Alexandri (bronce mundial en Budapest 22), en ese momento las grandísimas favoritas al oro. Y estas no suelen fallar ni el pronóstico del tiempo. Pero acaban la rutina y sus caras con la entrenadora son serias, diríase que algo desencajadas... 'Base mark' (penalización). Se van abajo. Uffff ¡Nuestro dúo olímpico es bronce, bronce! Los gritos retumban en varias zonas de la piscina. Nos abrazamos en zona mixta a las medallistas. La prensa internacional aplaude la escena. Sí, acabamos perdiendo el autobús...
Carlos, Alisa-Iris. Lo vivido hace unas horas fue de época con tintes de épica.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN. Enviado especial a Fukuoka, Japón). Foto: Todo el equipo español arropando al Dúo de bronce Alisa Ozhogina-Iris Tió / Rfen
