FUKUOKA 2023 / España vive la crueldad máxima del deporte: un gol en la bocina y adiós
¡Máximo castigo! ¡Crueldad infinita! España ha perdido mucho en Fukuoka: el pase a la final por el oro, la plaza olímpica, el cetro de Budapest 2022 y la posibilidad de rememorar aquella final del 2001. Una auténtica lastima porque dominamos el partido casi 30 minutos y Hungría -que hizo un gran final- se encontró con un gol sobre la bocina de los que casi nunca entran (VAR incluido) que les da el gran premio. Ellos saben que España fue mejor casi hasta el pitido pero ahora están celebrándolo y nosotros estamos hundidos en la miseria. Pero hay que levantarse porque este equipo es una piña y tenemos que jugar por un bronce. Y no lo vamos a regalar...
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN. Enviado especial a Fukuoka, Japón)
Empezó el partido bonito, con gol tras robo y contragolpe liderado por Granados y rematado por Larumbe. Enseguida, expulsión y gol de Zalanki, una de sus grandes estrellas. El partido estaba dinámico y abierto, nada que ver con el de Francia, que nos enseñó mucho para las semifinales. Nos adelantó Sanahuja pero Vogel, el 'Unai magiar', empezaba a hacer de las suyas como cuando nos birló el oro a penalties en Budapest 2020. Era el momento de desquitarse.
El primer tiempo (3-3) nos demostró que la 'guerra táctica' acababa de empezar. Varga contra Martín, Martín contra Varga. Igualdad en portería con dos metas tan viscerales como espectaculares, cuidadas defensas de ayudas y lanzadores etiqueta negra. Y jugándose una final y una plaza olímpica... el partido lo tenía todo.
Al igual que Vogel, Aguirre se estaba creciendo en este enorme duelo de porteros. Dejan Varga, con un impresionante e inesperado revés, ponía por delante a Hungría (4-3) en un alarde de técnica individual. Había que seguir creyendo aunque Vogel le parase un penalti a Felipe. Pero vino el del 'Reino de Navarra', Don Alberto Munárriz I, para mardarle un recado en forma de 'misil' al crecido meta magiar. Y Perrone lo corroboró un minuto después, desquitándose del penal para poner un 0-2. Y hasta un 0-3 con un Felipe espoleado por el error. Vogel se hacía pequeño y España se marchaba 4-6 en el descanso largo.
Un Bernat finísimo, a la reanudación, ponía el (0-4) para dejar un increíble 4-7. Hungría estaba obligada a reaccionar. A base de calidad, no exenta de coraje, los de Varga se acercaban a un gol gracias a Angyal, pero España dominaba el ritmo de partido. Llegaban los minutos de la verdad y España seguía demoledora en ataque, cuando no era Felipe, era Bernat y cuando no, Alberto. Qué trabajada esá esta España de Martín.
Con 7-8 a favor, España estaba a punto de llamar a las puertas de la gloria, o del bronce. Golazo de basket de la torre Miguel de Toro para poner el 7-9. Las prisas eran para Hungría,que se ponía a uno. Pero Sergi Cabanas marcaba un gol mortal de necesidad. Contrarrestaba Zalanki (qué jugador) a 3.40 del final (9-10).
Faltaba una carta, Blai Mallarach y su gol que suele valer dos. Entonces, Hungría nos abrió la defensa para meter balones en la boya y picamos el anzuelo. En las contras, Jansik primero y Vamos después, empataban el partido. No debían entrar las dudas. A 16s nos bloquean un lanzamiento y un chut de Manhercz sobre la bocina muy esquinado acaba con el sueño. Hubo que acudir al VAR. Gol de Hungría, brazos en la cabeza, deseperación de Unai, incredulidad en el banquillo español, júbilo magiar. Estamos en shock. De repente, el cielo de Fukuoka se nos volvió completamente oscuro.
Foto: Felipe Perrone, capitán y estandarte español, habló en zona mixta de la cruel derrota / (c) Deepbluemedia (Serv.Especial para RFEN). Proihibido su uso total o parcial
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