Real Federación Española de Natación
26/03/2007 a las 00:00
MELBOURNE 2007 NATACIÓN – Las australianas mantienen a raya a sus rivales estadounidenses
Las australianas Lisbeth Lenton y Jessicah Schipper, pese a la intentona de la veterana estadounidense Natalie Coughlin en los 100 mariposa, se llevaron el oro y la plata en una prueba en la que nadie pudo rebajar el récord del mundo de la holandesa Inje De Bruijn (56.61) de Sydney 2000. Fue, además del oro en 50 mariposa de Roland Schoeman, en 100 braza de Brendan Hansen, y en 200 estilos de Katie Hoff, lo más destacado de la segunda jornada natatoria en Melbourne 2007.
A la experimentada Coughlin le faltó la velocidad punta final –que en otros tiempos hubiese mantenido- para llevarse un oro que habría sido toda una sorpresa en el Rod Laver Arena. Las australianas, que pretenden a base de medallas arreglar el oscuro panorama que se les presenta en el cuadro masculino, no nadaron nunca a ritmo de récord, pero les bastó ir a rueda de la Coughlin para asestarle el golpe final en los últimos metros. La norteamericana que sí amarró el oro fue la favorita Katie Hoff en los 200 estilos, revalidando su título de Montreal ante la correosa Kirsty Coventry.
Brendan Hansen nada una braza altamente explosiva, tanto como sus triunfos, en esta ocasión en los 100 braza. No rebajó su propio récord de 59.37, pero es de los que no suelen fallar en las apuestas pese a tener a Kosuke Kitajima en el cogote (el japonés acabó a sólo 16 centésimas). Mientras, en 50 mariposa, el sudafricano Roland Schoeman aprovechó la coyuntura para batir a Ian Crocker y colgarse un oro, mientras que el venezolano de origen español Albert Subirats se quedó a sólo una centésima del bronce del ‘pívot’ danés de 2,10 Jakob Andjkaer.
VDH, PHELPS Y PARK
En los 200 libres se espera un duelo de colosos en la finalísima, con el holandés Van de Hoogenband fiel a sus principios, el estadounidense Michael Phelps aún sin el tono de otras citas, y la bala humana Park, un 'junior' coreano que, tras su exhibición en el 400, centra ahora todos los flashes pese a sus jóvenes 17 años. Sin descartar tampoco al australiano Monk. Después de las semifinales de 100 espalda, el estadounidense Aarón Peirsol debe estar preocupado y no es para menos. Le han superado Tancock y Lochte, y tiene encima a Rogan y Vyatchanin. Aquí, hasta el bronce está carísimo.
Tras las semifinales de 100 braza femenino, hay al menos cinco aspirantes al título. Son Tara Kirk y Jessicah Hardy (USA), Leisel Jones (Australia), Anna Khystunova (Ucrania) y Kirsty Balfour (Gran Bretaña). Por su parte, la romántica francesa Manaudou se está dando cuenta desde el primer día que esto no es el paseo militar del Europeo de Budapest y va a tener que pelear el oro en 100 espalda ante la niña australiana Emily Seebohm. Peligra el récord mundial de Coughlin (59.58), que está dando la cara luchando contra los elementos y contra su propia historia.
A la experimentada Coughlin le faltó la velocidad punta final –que en otros tiempos hubiese mantenido- para llevarse un oro que habría sido toda una sorpresa en el Rod Laver Arena. Las australianas, que pretenden a base de medallas arreglar el oscuro panorama que se les presenta en el cuadro masculino, no nadaron nunca a ritmo de récord, pero les bastó ir a rueda de la Coughlin para asestarle el golpe final en los últimos metros. La norteamericana que sí amarró el oro fue la favorita Katie Hoff en los 200 estilos, revalidando su título de Montreal ante la correosa Kirsty Coventry.
Brendan Hansen nada una braza altamente explosiva, tanto como sus triunfos, en esta ocasión en los 100 braza. No rebajó su propio récord de 59.37, pero es de los que no suelen fallar en las apuestas pese a tener a Kosuke Kitajima en el cogote (el japonés acabó a sólo 16 centésimas). Mientras, en 50 mariposa, el sudafricano Roland Schoeman aprovechó la coyuntura para batir a Ian Crocker y colgarse un oro, mientras que el venezolano de origen español Albert Subirats se quedó a sólo una centésima del bronce del ‘pívot’ danés de 2,10 Jakob Andjkaer.
VDH, PHELPS Y PARK
En los 200 libres se espera un duelo de colosos en la finalísima, con el holandés Van de Hoogenband fiel a sus principios, el estadounidense Michael Phelps aún sin el tono de otras citas, y la bala humana Park, un 'junior' coreano que, tras su exhibición en el 400, centra ahora todos los flashes pese a sus jóvenes 17 años. Sin descartar tampoco al australiano Monk. Después de las semifinales de 100 espalda, el estadounidense Aarón Peirsol debe estar preocupado y no es para menos. Le han superado Tancock y Lochte, y tiene encima a Rogan y Vyatchanin. Aquí, hasta el bronce está carísimo.
Tras las semifinales de 100 braza femenino, hay al menos cinco aspirantes al título. Son Tara Kirk y Jessicah Hardy (USA), Leisel Jones (Australia), Anna Khystunova (Ucrania) y Kirsty Balfour (Gran Bretaña). Por su parte, la romántica francesa Manaudou se está dando cuenta desde el primer día que esto no es el paseo militar del Europeo de Budapest y va a tener que pelear el oro en 100 espalda ante la niña australiana Emily Seebohm. Peligra el récord mundial de Coughlin (59.58), que está dando la cara luchando contra los elementos y contra su propia historia.
