Real Federación Española de Natación
15/10/2008 a las 00:00
CENTENARIO DEL WATERPOLO ESPAÑOL - 13-22 agosto 1997. SEVILLA, SEDE DE LOS XXIII CAMPEONATOS DE EUROPA (con las chicas cuartas clasificadas en waterpolo)
El waterpolo había arraigado con fuerza en Andalucía y su club más representativo, el Natación Sevilla, llegó a subcampeón de España en 1949 de la mano de Lorenzo Muñoz. De ahí se irradió a otras zonas de la región, como Málaga, que a través del Real Club Mediterráneo y de directivos como Tomás García Zamudio y Alfonso Wucherpfennig, o de árbitros como Amparo Simón (primera mujer española en dirigir un partido internacional) también dieron tono y prestigio al waterpolo andaluz, aunque Sevilla siempre fue la capital de esta especialidad natatoria, como demostró en el periodo 1985-1992 con la organización del “Torneo Ciudad de Sevilla”, que alcanzó renombre internacional.
Con este antecedente no debe extrañar que, a rebufo de las grandes obras (Expo ’92, Aeropuerto y AVE, entre otras) Sevilla consiguiera mejorar sus infraestructuras deportivas y, al disponer de una instalaciones náuticas adecuadas, pretendiera, consiguiera y organizara con gran éxito los Campeonatos de Europa de 1997, en todas sus especialidades.
Por lo que respecta al waterpolo, el momento, el marco y el ambiente estaban predispuestos para ver como la selección española masculina reeditaba el oro olímpico de Atlanta ’96. Pero las cosas se torcieron muy pronto y tuvo que conformarse con la quinta plaza.
Por contra, la selección femenina, sorprendiendo a propios y extraños, llegaba a disputar el bronce a la poderosísima formación holandesa y, al conseguir el cuarto puesto en la clasificación, apuntarse el tanto de mejorar por primera vez la actuación masculina en un certamen de máximo rango internacional.
En la foto, el equipo femenino español de Sevilla ‘97 que disputó la Medalla de Bronce a la poderosísima Holanda (cuatro veces campeona de Europa). De izquierda a derecha, segunda fila: Lidia Flaqué (delegada de equipo), Isabel Bonet, Vanessa Siré, Elisabeth Fuentes, Meritxell Siré, Cristina Hagen y Belén Sánchez. En primera fila: Mar Sanromá (entrenadora), Anna Ramírez, Cristina Ungo de Velasco, Belén Martín, Blanca Yubero, Cristina Marcos, Matilde de Miguel, Montserrat Jasse y Mariona Ribera.
Con este antecedente no debe extrañar que, a rebufo de las grandes obras (Expo ’92, Aeropuerto y AVE, entre otras) Sevilla consiguiera mejorar sus infraestructuras deportivas y, al disponer de una instalaciones náuticas adecuadas, pretendiera, consiguiera y organizara con gran éxito los Campeonatos de Europa de 1997, en todas sus especialidades.
Por lo que respecta al waterpolo, el momento, el marco y el ambiente estaban predispuestos para ver como la selección española masculina reeditaba el oro olímpico de Atlanta ’96. Pero las cosas se torcieron muy pronto y tuvo que conformarse con la quinta plaza.
Por contra, la selección femenina, sorprendiendo a propios y extraños, llegaba a disputar el bronce a la poderosísima formación holandesa y, al conseguir el cuarto puesto en la clasificación, apuntarse el tanto de mejorar por primera vez la actuación masculina en un certamen de máximo rango internacional.
En la foto, el equipo femenino español de Sevilla ‘97 que disputó la Medalla de Bronce a la poderosísima Holanda (cuatro veces campeona de Europa). De izquierda a derecha, segunda fila: Lidia Flaqué (delegada de equipo), Isabel Bonet, Vanessa Siré, Elisabeth Fuentes, Meritxell Siré, Cristina Hagen y Belén Sánchez. En primera fila: Mar Sanromá (entrenadora), Anna Ramírez, Cristina Ungo de Velasco, Belén Martín, Blanca Yubero, Cristina Marcos, Matilde de Miguel, Montserrat Jasse y Mariona Ribera.