Real Federación Española de Natación
09/11/2010 a las 00:00
Fomentando el crecimiento de nuestro waterpolo
Con la misión de promocionar el deporte del waterpolo en todo el nivel nacional, el técnico Antonio Aparicio lleva ya 16 temporadas al frente de los Programas Nacionales de Tecnificación Deportiva. En todos estos años, su trabajo ha propiciado que el deporte de la pelota amarilla esté muy extendido por todo nuestro territorio y que la detección de talentos haya llevado a muchos deportistas de aquellas Territoriales que no disponen de centros de tecnificación a los equipos nacionales.
Aparicio asegura que la principal preocupación de este equipo es “la de subir el nivel técnico en las diferentes federaciones territoriales, tanto consolidándolo y promocionando la base en las escuelas y grupos de tecnificación, como elevando el de los deportistas en las territoriales”. Para esto, el entrenador les asesora en materias tan diversas como “mejorar su capacidad técnica, ayudarles a trabajar la base o sugerirles cómo organizar las competiciones de la zona”.
Este trabajo de seguimiento a los deportistas de las categorías infantil y cadete arranca tras la disputa del Campeonato de España por Federaciones Territoriales, disputado por los infantiles. Dos jugadores y un entrenador de cada equipo se quedan los dos días siguientes a la competición, en una concentración con entrenamientos conjuntos en los que los técnicos también “reciben una actualización”.
La principal novedad de la temporada, según Aparicio, ha sido “la creación de una base de datos con un protocolo de actuación y de tests dirigidos a las territoriales que podemos trabajar junto a ellos”. Según asegura el máximo responsable de este programa, este trabajo “servirá para comprender la situación de cada una de ellas y cómo están en relación con las demás para que podamos buscar las herramientas que les permita seguir mejorando”. Este protocolo se presentará en los próximos días a las territoriales, una vez ya han iniciado sus respectivas competiciones.
El técnico aún recuerda cómo en algunas de las primeras concentraciones que había hecho hace una década y media “a veces no podía ni reunir a un equipo de júniors con el que entrenar, porque no había jugadores para poder completarlo y las preselecciones eran prácticamente directas. En cambio ahora estamos trabajando con una cifra que ronda los 400 deportistas cadetes en todo el país”.
El trabajo desarrollado por Aparicio ha incrementado notablemente el número de jugadores y equipos en todo el territorio nacional. Actualmente, en la mayoría de territoriales realizan competiciones en categoría absoluta pero también en la categoría infantil, la apuesta para los próximos años es la promoción del waterpolo femenino.
“Hemos conseguido que todas las territoriales trabajen la base y que todas puedan participar en el Campeonato de España por Federaciones Territoriales, donde compiten niños y niñas de hasta 14 años, además de crear la versión femenina”, continúa Aparicio. “Hay territoriales con tecnificación propia, como Catalunya, Madrid o Andalucía, donde trabajan con personal federativo, y aquellas que no disponen de esta estructura les ayudamos a dirigirlas. Eso sí, lo ideal sería que cada federación tuviese una estructura laboral que les permitiese hacer su propia detección, y es donde tenemos que trabajar para que nuestro deporte siga avanzando”.
El técnico realiza una reunión anual en cada territorial para conocer a las nuevas generaciones de waterpolistas de todo el país. Las jornadas de entreno se complementan con la asistencia a partidos de alto nivel, como algún encuentro internacional, competiciones de División de Honor o algún partido importante disputado en la zona. En estas concentraciones, que suelen celebrarse de diciembre a mayo, también se muestra a los entrenadores las tendencias actuales de entrenamiento.
Una vez acabadas, se realizan otras en las que se incluye a los deportistas de los centros de tecnificación de Madrid y Catalunya y el conocido como “Centro Itinerante”, en el que se reúnen los waterpolistas seleccionados de todas las comunidades menos Madrid y Catalunya. De esta forma, “de los 400 jugadores cadetes con los que se parte a principio de temporada, se hacen varias concentraciones moviendo hasta 60 jugadores diferentes para después realizar la preselección definitiva de alrededor de 20 deportistas”. Con el cambio a la categoría juvenil, esta preselección se hace a través de los equipos y sus técnicos.
Aunque pueda resultar curioso, Aparicio asegura que “a veces son las federaciones más pequeñas las que te acaban dando unas buenas ideas que puedes aplicar con éxito incluso en las más grandes”. Por poner un ejemplo, el técnico reconoce que “el ingenio de unos padres de un club que no disponían de fondos para comprar porterías decidieron hacer unas a base de tubos de PVC que al final acabaron siendo implementadas en otra federaciones. Cada uno se espabila como puede”.
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Foto: Alfredo Rupérez (alfredoruperezwaterpolo.blogspot.com)
Aparicio asegura que la principal preocupación de este equipo es “la de subir el nivel técnico en las diferentes federaciones territoriales, tanto consolidándolo y promocionando la base en las escuelas y grupos de tecnificación, como elevando el de los deportistas en las territoriales”. Para esto, el entrenador les asesora en materias tan diversas como “mejorar su capacidad técnica, ayudarles a trabajar la base o sugerirles cómo organizar las competiciones de la zona”.
Este trabajo de seguimiento a los deportistas de las categorías infantil y cadete arranca tras la disputa del Campeonato de España por Federaciones Territoriales, disputado por los infantiles. Dos jugadores y un entrenador de cada equipo se quedan los dos días siguientes a la competición, en una concentración con entrenamientos conjuntos en los que los técnicos también “reciben una actualización”.
La principal novedad de la temporada, según Aparicio, ha sido “la creación de una base de datos con un protocolo de actuación y de tests dirigidos a las territoriales que podemos trabajar junto a ellos”. Según asegura el máximo responsable de este programa, este trabajo “servirá para comprender la situación de cada una de ellas y cómo están en relación con las demás para que podamos buscar las herramientas que les permita seguir mejorando”. Este protocolo se presentará en los próximos días a las territoriales, una vez ya han iniciado sus respectivas competiciones.
El técnico aún recuerda cómo en algunas de las primeras concentraciones que había hecho hace una década y media “a veces no podía ni reunir a un equipo de júniors con el que entrenar, porque no había jugadores para poder completarlo y las preselecciones eran prácticamente directas. En cambio ahora estamos trabajando con una cifra que ronda los 400 deportistas cadetes en todo el país”.
El trabajo desarrollado por Aparicio ha incrementado notablemente el número de jugadores y equipos en todo el territorio nacional. Actualmente, en la mayoría de territoriales realizan competiciones en categoría absoluta pero también en la categoría infantil, la apuesta para los próximos años es la promoción del waterpolo femenino.
“Hemos conseguido que todas las territoriales trabajen la base y que todas puedan participar en el Campeonato de España por Federaciones Territoriales, donde compiten niños y niñas de hasta 14 años, además de crear la versión femenina”, continúa Aparicio. “Hay territoriales con tecnificación propia, como Catalunya, Madrid o Andalucía, donde trabajan con personal federativo, y aquellas que no disponen de esta estructura les ayudamos a dirigirlas. Eso sí, lo ideal sería que cada federación tuviese una estructura laboral que les permitiese hacer su propia detección, y es donde tenemos que trabajar para que nuestro deporte siga avanzando”.
El técnico realiza una reunión anual en cada territorial para conocer a las nuevas generaciones de waterpolistas de todo el país. Las jornadas de entreno se complementan con la asistencia a partidos de alto nivel, como algún encuentro internacional, competiciones de División de Honor o algún partido importante disputado en la zona. En estas concentraciones, que suelen celebrarse de diciembre a mayo, también se muestra a los entrenadores las tendencias actuales de entrenamiento.
Una vez acabadas, se realizan otras en las que se incluye a los deportistas de los centros de tecnificación de Madrid y Catalunya y el conocido como “Centro Itinerante”, en el que se reúnen los waterpolistas seleccionados de todas las comunidades menos Madrid y Catalunya. De esta forma, “de los 400 jugadores cadetes con los que se parte a principio de temporada, se hacen varias concentraciones moviendo hasta 60 jugadores diferentes para después realizar la preselección definitiva de alrededor de 20 deportistas”. Con el cambio a la categoría juvenil, esta preselección se hace a través de los equipos y sus técnicos.
Aunque pueda resultar curioso, Aparicio asegura que “a veces son las federaciones más pequeñas las que te acaban dando unas buenas ideas que puedes aplicar con éxito incluso en las más grandes”. Por poner un ejemplo, el técnico reconoce que “el ingenio de unos padres de un club que no disponían de fondos para comprar porterías decidieron hacer unas a base de tubos de PVC que al final acabaron siendo implementadas en otra federaciones. Cada uno se espabila como puede”.
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Foto: Alfredo Rupérez (alfredoruperezwaterpolo.blogspot.com)
