Real Federación Española de Natación
12/09/2012 a las 00:00
Cap.2 La lección aprendida de Shanghai
El futuro gran proyecto del waterpolo femenino español en el ciclo 2009-2012 pasaba por una auténtica prueba de fuego. En Zagreb se estuvo cerca de alcanzar cotas mayores, pero el billete de un Mundial no era desdeñable para que Miki Oca y sus chicas comprobasen en qué estatus internacional nos iba a colocar Shanghai 2011…
Los Campeonatos del Mundo FINA Shanghai 2011 se presentaban como una prueba de fuego para una España a caballo entre la experiencia de algunas de sus jugadoras y la bisoñez de las más jóvenes. ¿Pasaría factura esto en todo un Mundial? Pues evidentemente la experiencia es un grado y las dificultades iban a llegar desde el primer partido.
España perdió en su debut por 10-9 frente a la potente Grecia –a la postre campeona del mundo en Shanghai- pero plantó cara a una de mejores selecciones del mundo en juego estático con jugadoras consagradas como Asimaki, Roumpesi o Gerolymou. Las de Miki Oca remontaron al final el marcador pero se quedaron a un gol de la sorpresa, con Blanca Gil como máxima anotadora con tres tantos.
En el siguiente partido ante Rusia, su poderío físico y el asfixiante pressing dieron al traste con nuestras ilusiones desde el primer cuarto (1-4) y ya fue imposible parar los rápidos contragolpes de las rusas para firmar un 8-18 final que no se correspondía con la diferencia real entre uno y otro equipo.
Ona Messeguer, en el último partido ante Nueva Zelanda en Shanghai 2011 / RFEN
España se recompuso ante Brasil con una salida fulgurante (3-0) y ganó de forma contundente (12-4) para firmar la tercera plaza del grupo C en espera de rival. Ese iba a ser la anfitriona china en busca de los cuartos del final. Las chinas de Joan Jané, muy motivadas por jugar ante su público, no dieron opción a las de Miki Oca con un 2-7 de primer parcial que ponía una “muralla china” en las aspiraciones españolas. Al final, un 6-15 nos dejaba fuera de los grandes condenadas a jugar contra Hungría (17-13 en contra) y finalmente ante Nueva Zelanda en busca de la undécima plaza. Triunfo por 15-7 y cierre de Campeonato.
Si bien los resultados, en general, no nos acompañaron, la lección aprendida de Shanghai fue que solo desde la experiencia, el crecimiento como equipo y la unión del colectivo se podía alcanzar, a un año de distancia, la ansiada plaza olímpica para los Juegos de Londres 2012. Quedaba mucho y fascinante camino por recorrer, pese a que la experiencia china fue agridulce. Y es que para saber ganar, uno tiene que haber sabido perder varias veces. Y Shanghai fue el botón de muestra.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN)
Este jueves: Cap.3 Trieste, un Preolímpico para la historia
Los Campeonatos del Mundo FINA Shanghai 2011 se presentaban como una prueba de fuego para una España a caballo entre la experiencia de algunas de sus jugadoras y la bisoñez de las más jóvenes. ¿Pasaría factura esto en todo un Mundial? Pues evidentemente la experiencia es un grado y las dificultades iban a llegar desde el primer partido.
España perdió en su debut por 10-9 frente a la potente Grecia –a la postre campeona del mundo en Shanghai- pero plantó cara a una de mejores selecciones del mundo en juego estático con jugadoras consagradas como Asimaki, Roumpesi o Gerolymou. Las de Miki Oca remontaron al final el marcador pero se quedaron a un gol de la sorpresa, con Blanca Gil como máxima anotadora con tres tantos.
En el siguiente partido ante Rusia, su poderío físico y el asfixiante pressing dieron al traste con nuestras ilusiones desde el primer cuarto (1-4) y ya fue imposible parar los rápidos contragolpes de las rusas para firmar un 8-18 final que no se correspondía con la diferencia real entre uno y otro equipo.
Ona Messeguer, en el último partido ante Nueva Zelanda en Shanghai 2011 / RFEN
España se recompuso ante Brasil con una salida fulgurante (3-0) y ganó de forma contundente (12-4) para firmar la tercera plaza del grupo C en espera de rival. Ese iba a ser la anfitriona china en busca de los cuartos del final. Las chinas de Joan Jané, muy motivadas por jugar ante su público, no dieron opción a las de Miki Oca con un 2-7 de primer parcial que ponía una “muralla china” en las aspiraciones españolas. Al final, un 6-15 nos dejaba fuera de los grandes condenadas a jugar contra Hungría (17-13 en contra) y finalmente ante Nueva Zelanda en busca de la undécima plaza. Triunfo por 15-7 y cierre de Campeonato.
Si bien los resultados, en general, no nos acompañaron, la lección aprendida de Shanghai fue que solo desde la experiencia, el crecimiento como equipo y la unión del colectivo se podía alcanzar, a un año de distancia, la ansiada plaza olímpica para los Juegos de Londres 2012. Quedaba mucho y fascinante camino por recorrer, pese a que la experiencia china fue agridulce. Y es que para saber ganar, uno tiene que haber sabido perder varias veces. Y Shanghai fue el botón de muestra.
Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN)
Este jueves: Cap.3 Trieste, un Preolímpico para la historia
