HISTORIAS DE BUDA Y PEST / Day5: Las teorías de Darwin o cómo transformarse en una iguana
Las teorías de la evolución de la especie de Darwin podrían tener bastante más que ver con el mundo de deporte y, en concreto, con la natación artística de lo que parece. Al fin y al cabo, ese afán por la reinterpretación de las cosas, el conocimiento y la búsqueda de nuevas expresiones artísticas, hacen que el ser humano tienda a superarse y evolucionar dentro de su propia especie.
Ocho nadadoras españolas tuvieron que transformarse -mutar literalmente hablando- en inquietantes iguanas reptando (con esas visibles crestas en la cabeza) hacia el podio continental en equipo libre. La de hoy -la cuarta y última condecoración de España en Budapest 2021- no fue una medalla más, fue un premio al trabajo, al esfuerzo, a la EVOLUCIÓN. Con un sello propio, muy español si se me permite la expresión: la innovación.
La innovación ha jugado un papel clave en la época dorada de la ‘sincro’ española entre 2003 y 2013, diez años de éxitos incontestables donde la distinción artística alcanzó la excelencia frente al modelo, también exitoso, pero absoluta y asombrosamente mecanizado en su ejecución, de la Rusia imperial (que ahí sigue, por cierto).
Esta rivalidad llegó al extremo en Roma 2009. España ha sido vanguardista con propuestas tan extravagantes como la foto de Dalí, los bañadores de peces con escamas doradas de Londres 2012, los guiños al mundo azteca, las revisiones muy actualizadas del flamenco, los bañadores con luces led finalmente no autorizados por FINA, el traje diseñado por Ágatha Ruiz de la Prada, el solo de Ona Carbonell inspirado en Nelson Mandela en Gwangju 2019, el concepto de natación inclusiva, ahora Darwin... hay muchos ejemplos de ‘atrevimiento escénico’ que nos han colocado en la vanguardia mundial del deporte.
Tras la presea plateada del equipo en Budapest, el autocar de vuelta al hotel se convirtió en un improvisado camerino colectivo para extraer las crestas de la cabeza de nuestras ‘iguanas’, como se puede aprciar en la imagen. Un minucioso trabajo de deconstrucción donde eliminar una bolsa entera de horquillas sujetando el casquete en cada cabeza y buscar una ducha caliente rápido para eliminar la gelatina del cuero cabelludo y evitar así que se endurezca del todo como el hormigón seco. Es la otra cara tras el glamour de la sincro. Como dijo una vez la seleccionadora española, Mayuko Fujiki, “creo que la sangre española tiene el mismo tipo de carácter en todas las generaciones. Son muy artísticas y siempre quieren ser únicas y originales”. Ahí está, la evolución de la especie adaptada a nuestra propia teoría.
Estimado señor Darwin, si es tan amable, le esperan en el podio para recoger su medalla...
Rodrigo Gil-Sabio, a orillas del Danubio
