JJOO TOKYO 2020 / Una Ceremonia marcada por la ausencia, la emoción y la esperanza

Ausencia, emoción y esperanza. Con estas tres palabras podríamos definir la que ha sido, sin duda, la Ceremonia Inaugural de unos JJOO más extraña y compleja de todos los tiempos. Los XXXII Juegos Olímpicos de verano Tokyo 2020 quedan inaugurados oficialmente hasta el domingo 8 de agosto, día en el que caerá el telón y todos harán recuento de resultados. Pero, más allá de esto eso, la vivencia está siendo impactante humanamente hablando.

Comunicación RFEN JJOO TOKYO2020: Foto: (c) Comité Olímpico Español

Ausencia por el público invisible del estadio, emoción por rememorar el espíritu olímpico entre naciones, y esperanza por acabar con una pandemia que a punto ha estado de dar al traste con los JJOO y con nuestras vidas a través del poder y los valores que emanan del deporte como la paz, la solidaridad, la inclusión y la no discriminación, entre otros.

Nuestra nadadora y campeona olímpica Mireia Belmonte cumplió su cuarto gran sueño olímpico tras su debut (Pekín 2008), medalla/s (Londres 2012) y oro (Río 2016), que no es otro que portar la bandera olímpica española representando a los 321 deportistas olímpicos que están en Tokyo 2020. Y lo hizo acompañada por el piragüista Saúl Craviotto, en un gesto que simboliza mucho más que la igualdad de género.

Antes del desfile, Japón había guardado en secreto una Ceremonia en la que el país anfitrión pone en marcha toda su maquinaria para sorprender al mundo.  La ausencia de espectadores se sobrepuso son color, fuegos, un gigantesco holograma del planeta Tierra, bailes, cultura ancestral (kabuki), los pictogramas -espectacular presentación humana-, un guiño a la prensa mundial... y sobre todo el gran desfile de los 206 Comités Olímpicos Nacionales.

Grecia, cuna de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad, fue el primer país en desfilar, y Japón, como nación anfitriona, el último. España salió en el puesto 88 y lo hizo enseñando el mejor ‘músculo’ posible el invencible tándem Mireia-Saúl. Detrás, parte de una delegación española que sueña con grandes objetivos y algunos metales, por qué no decirlo. Como curiosidad, hay que añadir que la sancionada Rusia participó en el desfile bajo las siglas de ROC.

Después fue el turno del izado de la bandera olímpica y de que los deportistas, jueces y entrenadores tomasen el Juramento Olímpico, con lo que los Juegos se declararon oficialmente abiertos por parte del emperador Naruhito mientras la antorcha olímpica se encendía en el pebetero del Estadio Olímpico, reluciendo Tokyo y Japón entero como nunca o, mejor dicho, como en 1964, anterior edición olímpica en suelo nipón. Ahora sí, empieza el DEPORTE ¡VAMOS, ESPAÑA!