Once medallas en 12 años: Nuestra selección femenina, instalada en la excelencia

Caras largas. Pocas sonrisas en la foto del podio. No fue la de Eindhoven una ceremonia de premios especialmente feliz ni emotiva para nuestra selección absoluta femenina de waterpolo. Y ese es el mejor indicativo del hambre, la ambición y el nivel que tiene este equipo de leyenda. Una plata no sacia. A pesar de la enorme dificultad que implica colgársela. Horas, horas y horas de entrenamiento, análisis, concentraciones, convivencia, tensión. 

Hace tiempo que se nos acabaron los adjetivos para definir todo lo que lleva haciendo España desde aquella plata histórica en 2012. Un equipo joven, inexperimentado, que hizo saltar la banca y se colgó una medalla en unos Juegos Olímpicos, el súmum del deporte a nivel mundial. 

En una entrevista con Laura Ester reciente (Patrimonio de la Humanidad del waterpolo), la portera barcelonesa nos confesaba que "he tenido la suerte de compartir vestuario con muchísimas jugadoras de un nivel increíble, amigas después que hoy son como mi familia. Hemos vivido una evolución desde acabar undécimas del mundo en Shanghái hasta hoy, en busca de otro oro. Tocar fondo en China en 2011 nos dio impulso y provocó el efecto de no rendirnos nunca y sobreponernos a todos los baches del camino hasta el final…”. 

Ester, Anni Espar, Maica, Pili Peña. Ellas saben mejor que nadie lo que es tocar la gloria. Y mantener la ambición y las ganas de seguir engrosando el palmarés. Han sido 11 medallas en estos 12 años, ese camino que empezó en Londres y que sigue firme. 

Un bronce europeo (Barcelona'18), tres platas mundiales (Budapest'17, Gwangju'19 y Fukuoka'23), una plata europea (Einhoven'24), dos platas olímpicas (Londres'12 y Tokio'21), un oro mundial (Barcelona'13) y tres oros europeos (Budapest '14 y '20 y Split'22) iluminan este equipo de leyenda que mira hacia adelante con el Mundial de Doha y los Juegos de París como nuevos objetivos. 

'Picadas' por no haber conseguido el oro, pero conscientes de que el camino marcado es el correcto y de que la excelencia cuesta mucho. Muchísimo.

Comunicación RFEN. Foto: Imagen de nuestro equipo absoluto femenino en el Europeo de Eindhoven / (c) Deepbluemedia (Especial RFEN)